Archive for the ‘Actualidad turística’ Category

El déficit empresarial en España

martes, mayo 19th, 2009

A las 11h30 de hoy, hora de Lima, salí a la calle con la sensación de llevar, de nuevo, un compás turístico adelantado. Deambulé por los acantilados de Miraflores entre una neblina espesa y astragantemente húmeda con la necesidad de digerir el mal trago de un webinario tan estéril de contenido como precario en su tecnología. El impedimento de videoconexión para todos los participantes –40, siete menos que en la edición anterior– ha contaminado quizá la naturaleza del debate y lo ha relegado a un puro y redundante chat sobre la idoneidad de las cuotas a pagar por pertenecer al clúster de innovación hotelera que habíamos propuesto. Ninguna mención al programa de actividades, a habas_contadaslos réditos esperados, a la estrategia por desarrollar… Únicamente el peso de la cuota, el valor del dinero.

Mientras mis suspiros limeños se volvían socarrones por la evidente desidia con que el sector hotelero ha acogido una propuesta crítica de cooperación e innovación, el pensamiento se me escurría por los esteros de la memoria al recordar qué poca atención me prestó el mundo editorial en aquellos días de 1988, cuando tuve la impertinente ocurrencia de proponer la publicación de una guía de hoteles con encanto. Apenas existía en el territorio peninsular una insignificante muestra de hoteles pequeños y familiares con interés por atraer a la clientela urbana de una España que esperaba mucho de su reciente incorporación a la Unión Europea. ¡Qué ingenuidad –argüían– pensar que este país iba a llenarse de hoteles con encanto…! Y con ese título tan cacofónico… ¿quién prestaría atención a un libro así? Vuelva usted mañana, me respondían como si yo no hubiera leído jamás a Larra. Hasta que el entonces director de la editorial El País-Aguilar, Guillermo Willy Schavelzon, y su sucesora en el cargo, María Ángeles Sánchez, aceptaron poner en marcha la idea siempre y cuando me amoldara a un presupuesto simbólico que se iría incrementando con las ediciones posteriores siempre y cuando la fórmula tuviera éxito. Nadie imaginaba que, años después, ese “horrible apelativo” de Hotel con Encanto se acabaría convirtiendo en un genérico.

Años después viví lo mismo con Carlota Mateos e Isabel Llorens, dos ilusas jovencitas “incapaces” de crear una marca hotelera y tener una visión propia del turismo con encanto: Rusticae. Así como lo cuentan en su libro autobiográfico Pioneras, publicado por Alienta Editorial, la historia comenzó con una dosis de desánimo, la que produce el hecho de que solo nueve hoteles se interesaran por pertenecer a un club de calidad. Uno, que ya tiene su edad, se esforzaba en hacerle ver a los hoteles escogidos las ventajas de no promocionarse en soledad, estar en contacto con otros establecimientos de similares características, ser objeto de auditorías regulares a cargo de terceros, en fin, pertenecer a un mundo de viajeros con nombre y no de turistas con número. Muy pocos, solo nueve, creyeron que Rusticae se acabaría convirtiendo en la marca de referencia de la hotelería con encanto en España y lleva camino de serlo también en otros países como Argentina, Marruecos y Portugal.

Sí, mientras hacía boca en las atalayas limeñas sobre el océano, mis diatribas consistían en adivinar qué díscola circunstancia determinaba la cerrazón de muchos hoteleros por ser tan advenedizos empresarios y con qué simpleza cortoplacista algunos rematan su desinterés por el futuro de sus negocios. A menos que se defienda la ineficacia de las nuevas tecnologías en la comercialización hotelera o la amenaza que representa para la propia supervivencia un escenario de cooperación y convivencia, el escaso interés suscitado por la propuesta de un clúster de innovación hotelera solo se explica por la animadversión general a pensar en el futuro. Se dijo por escrito: el día a día absorbe toda la atención del negocio y no hay tiempo para imaginar el mañana. Se replicó de viva voz: sin una idea del mañana, el día a día es apenas un ejercicio de supervivencia. ¿Estamos seguros de poder sobrevivir en este océano rojo del turismo en España?

La respuesta me la dio un almuerzo reparador en la cebichería La Mar, que el afamado Gastón Acurio regenta en la capital peruana. Causas, tiraditos, anticuchos y un cebiche de corvina para iluminar los buenos pensamientos. Eso sí que es visión de futuro y claridad de conceptos. Acurio no se duerme en la tradición, ni en los laureles de su prodigiosa caja registradora (posee una afamada red de restaurantes en Santiago de Chile, Bogotá, Buenos Aires, Caracas, Sao Paulo, Acurio en La MarMiami y Madrid), sino que persigue la esencia de las cosas, la excelencia en los procedimientos, la corazonada matriz de nuevas tendencias, así como los conceptos revolucionarios de la cocina amazónica, considerada por Ferran Adrià como el futuro de la alta gastronomía. Un empresario, es decir, alguien con capacidad y decisión para emprender debe tener previstos los comportamientos de su clientela durante los próximos diez años. Y si no, no es empresario. Acurio, que lo es y de los mejores en Perú, analiza los comportamientos de los viajeros del siglo XXI con tanta precisión que su nuevo emprendimiento, una cadena de hoteles autóctonos llamada Nativa, pretende satisfacer con una arquitectura sostenible las exigencias medioambientales de los jóvenes de hoy, a sabiendas de que éstos serán los clientes adultos que llenarán sus hoteles mañana.

¿Alguien lo duda? ¿Alguien lo desconsidera? Léase esta entrevista de la A a la Z y se acabará renegando de la perplejidad. Gastón Acurio es el hotelero que nunca se verá obligado a cerrar. Su restaurante La Mar así lo anticipa. Basta entrar en los baños para saber lo que se cuece más allá de los fogones: un espacio onírico de cantos rodados, hormigón prensado, acero corten y dos tubos verticales colgados del techo que chorrean agua a caño sobre unas bacinas selváticas. Pura arquitectura de los sentidos. O el entramado de cañizo y volantín de acero que cubre el espacio de las mesas, adaptado al microclima del barrio limeño de Miraflores. O esa cocina a la vista, continuada por una barra kilométrica donde ejercen, muy holgados, los camareros. Peruanos todos, serviciales y educados como pocos, inteligentes y hacendosos. ¿Cómo se explica esto sin un Gastón Acurio empresario, capaz de extraer lo mejor de sus trabajadores?

Lo he escrito ya muchas veces: el sector hotelero en España no tiene un déficit de buenos trabajadores, sino de buenos empresarios.

Fernando Gallardo

Vivir en un hotel por 375 euros mensuales

viernes, mayo 15th, 2009

La crisis turística no perdona. El diario alicantino Información acaba de publicar una noticia que debe hacer reflexionar a muchos, no tanto por su originalidad como por evidenciar la indefensión que genera la actual situación económica en los hoteles mal preparados para afrontarla. Establecimientos que no realizaron en su día el imprescindible examen de conciencia: cómo va a ser mi negocio dentro de 15 años y cómo trabajaré mucho para aplicar la estrategia pertinente de largo plazo. Otras respuestas serían, probablemente, las que manejaron los dueños del hotel Albahía, ese que se vende en primera línea de la Albufereta y, en realidad, queda acurrucado sin playa bajo la autovía de acceso norte a la ciudad. Se creerían que por tener el mar delante el tráfico no iba a impedir que los veraneantes lo llenaran… Pero ahora el veraneo, si cabe tenerlo, arrumba hacia otros destinos más baratos y menos contaminados por el turisteo.

El caso es que el susodicho hotel alicantino ofrece desde el pasado abril la posibilidad de vivir en sus habitaciones dobles por la insólita cuenta de 375 euros al mes, con baño completo incorporado, nevera, caja fuerte, armario empotrado, conexión wifi, luz y agua, siempre que se reserve para un mínimo de tres meses. La oferta, en pura lógica, está siendo un éxito, ya que de las 30 habitaciones elegidas para desarrollar este plan anticrisis siete ya están reservadas y con inquilinos y unas ocho en negociaciones. Siempre han existido clientes permanentes en los hoteles, como Xabier Cugat en el Ritz de Barcelona, pero aquellos eran personajes que aportaban mucho glamour al hotel. Y éstos, en cambio, vienen de huida por la crisis. Los que vendrán mañana serán mates en familia numerosa, quién sabe. Mientras, la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante admite que vivir en un hotel no es lo normal, aunque haya casos como el señalado.

En otro hotel de la ciudad -el Maya, hoy Cris- residió el gallego Arsenio Iglesias mientras entrenda al Hércules de los años 70. En el Meliá Alicante, algunos propietarios de habitaciones en régimen de condominio han optado por vivir en el complejo. En el campo de golf de Bonalba (Mutxamel), el hotel Alba ofrece a los golfistas la posibilidad de vivir largas temporadas en la planta 4 del establecimiento, donde existen habitaciones dúplex equipadas con cocina y otras comodidades propias de un aparthotel.

Volviendo al hotel Albahía, la oferta referida de los 375 euros mensuales incluye el cambio semanal de la lencería y toallas del baño y una limpieza general de la habitación cada dos semanas. A partir de ahí el inquilino puede contratar desayunos y comidas. El menú diario de crisis se paga a 7 euros. Mientras, el precio medio de una habitación en mayo es de 50 euros al día.

En Alicante, la ocupación hotelera ha caído un 17% desde que comenzó el año y los hoteles prácticamente no levantan cabeza desde la salida de la Volvo Ocean Race. Lo anunció la directora de Christie+Co, Inmaculada Ranera, en las pasadas Jornadas Hoteleras de Jávea: un 20% de la oferta hotelera está condenada al cierre. Esto incluye la reconversión del negocio hotelero en un arrendamiento residencial de bajo coste.

Fernando Gallardo

Una ayuda púbica a la hotelería riojana

martes, abril 28th, 2009

riojanos Me extrañaba a mí que una región tan dinámica y emprendedora como La Rioja no tuviera su propia central de reservas hoteleras. Llevo una década escuchando a los próceres de todas las autonomías proclamar que su prioridad turística es la puesta en marcha de una central de reservas on-line. Así se acabarían todas las dependencias de las mayoristas internacionales y, lo mejor, serviría para vertebrar la oferta dispersa que padece el turismo de interior.

Cada director general de la cosa me ha intentado convencer de la utilidad de una herramienta así, de una organización así, de una política así. Alguno, como el anterior responsable turístico de Castilla y León, Jesús Rodríguez Romo, se afanó durante los tres largos días que pasamos juntos en Tokio, con ocasión de un evento organizado allí por Turespaña, que coincidió con una de mis escapadas zen. Al menos con Jesús, amigo al que aprecio por encima de todo, las discusiones se dieron con el fondo siempre soportable de un hotel hi-tech y unos tintos importados de la Ribera del Duero. Él ya sabía que mientras yo tuviera la nariz ocupada podía convencerme de cualquier política imposible.

Porque al día de la fecha todavía espero que alguna autonomía declare que su central de reservas funcione comme il faut! La última en entrar por el aro ha sido La Rioja, que yo extrañaba tanto como el Finca Allende que elabora el enólogo Miguel Ángel de Gregorio en su bodega de Briones. Sin perder mucho tiempo, la Asociación Riojana de Hoteles anunció ayer su alumbramiento, un portal de reservas TIC «imprescindible para no quedarnos atrás respecto de otras regiones españolas», según lo subrayado por su presidente, Jaime García Calzada. ¿Querrá decir que además de no ser tortuga en esta absurda carrera autonómica, las reservas automatizadas servirán para algo?

La iniciativa pretende significar un ahorro de costes para los hoteles, que hasta ahora sufragaban los costes a través de motores de reservas nacionales e internacionales, “lo cual suponía un importante gasto de intermediación y una notable carga financiera para las pequeñas empresas hoteleras”. Ahora ya no… Costeada por el Gobierno riojano, esta nueva central ofrece la posibilidad de gestionar de forma autónoma las reservas, “que ya se encuentran totalmente operativas para los usuarios y clientes”, concluye el anuncio.

Asociación Riojana de Hoteles

Ávido por la novedad, aunque escéptico en su idoneidad tribal, me he puesto a hurgar en la mentada central on-line y, ¡vaya por Dios!, ¿qué descubro?, un espúreo sistema de reservas, una gran mentira. Salvo en los hoteles de las cadenas AC, NH, F&G y Husa no existe ninguna posibilidad de efectuar reservas en línea, pero ninguna. Pincho en la ficha del hotel Conde de Badarán y me catapulta a la web sonora del hotel, donde solo puedo rellenar un formulario de contacto. Sigo a la Hospedería Cisterciense, en Santo Domingo de la Calzada, y lo mismo, pero sin formulario y sin tarifas de pernocta. La Hospedería del Camero Viejo, más abajo, me vuelve a remitir al formulario de su página web, igual que el hotel siguiente en la lista: el Señorío de Briñas. Ideam eadem idem con el Hostal Gala o el hotel Casa del Cofrade (de pésimo recuerdo para mí). Ni rastro de reservas en los hostales La Calera, el Moderno, el Niza, el Peñabajenza. Nos vamos ahora al Hostal Chandro, donde encuentro un lay-out prometedor: Encuentra Pareja, La Forma Divertida de Encontrar una Cita, Empieza a Coquetear, Cómo Agrandar el Pene Con Técnicas y Ejercicios Naturales Videos online y Servicio de Ayuda…

¿De verdad están tan necesitados los hoteles riojanos que les sirve esa “ayuda” pública?

Fernando Gallardo

A cuestas con el turismo rural

sábado, abril 25th, 2009

CowFace1 Anda el personal del agro un poco levantisco, no sé si por los efectos indeseados de esta crisis o porque faltan ideas con las que gobernar el negocio. No del agro paltero (de los aguacates) o del aceitero, que ya no toca pito aquel comisario europeo que llevó a muy mal traer a los aceituneros altivos de Jaén y otras zonas productoras de Iberia, la década pasada. Ahora le toca el turno al agroturismo, del que puede decirse en confianza que solo existe en funcionamiento una decena de establecimientos reales, puesto que los demás tienen de agrario nada más que el nombre. Quien no esté de acuerdo con esta afirmación que no me lo discuta a mí, sino al profesor egresado del CSIC Venancio Bote, un amigo.

A los que no gustan de llamarse agroturismos utilizan el vocablo más amplio de turismo rural, que es todo aquel establecimiento no ubicado en Madrid o Barcelona. ¿Suena a broma? Acaso la broma sea la de encontrarse con un buen número de hoteles rurales dentro de Vigo, que es pueblo no capitalino de mucha mayor habitación que Soria. O en el centro mismo de La Virgen del Camino, cerca de León, acaso porque hace unos años esta localidad era lugar de labrantíos, hoy convertida en núcleo industrioso.

Sucede lo mismo con los hoteles de golf, que confunden cuando no se les reconoce sus atributos. Me lo contaba un amigo mío golfista de pro, que viajó desde Oslo con sus palos para jugar en el campo del hotel Villa Magna, en la mismísima Castellana de Madrid, y se extrañó de encontrar por únicos hoyos los del metro de Gallardón. ¡A quién se le había ocurrido anunciar ese ex Hyatt como un hotel de golf!

Pues eso, que los negocios de la cosa verde están que trinan porque la oferta de casas rurales ha aumentado casi un 10% durante 2008, y como la ocupación ha descendido un 11%, las cuentas salen solas. El sector del caserío rural es claramente deficitario. Sus propietarios temen acabar muy golpeados por la crisis, por lo que la Asociación de Profesionales de Turismo Rural (Autural) y la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), algunas de las muchas que existen para atizar las brasas de la gresca agroturística, han emprendido una cruzada contra el parque ilegal de casas rurales en España, que se supone incluso mayor que el de las legales.

“La piratería perjudica gravemente la imagen del sector y supone competencia desleal”, acusa el presidente de Autural, Rafael Correa, para quien los males del sector estriban en la existencia de una normativa desigual en cada comunidad autónoma, con 18 leyes diferentes, y pocas ayudas públicas. Es de suponer que el representante de la mentada asociación preferiría que fuese la Unión Europea quien normalizara (¿McDonalizara?) a las casas rurales, ya que expresa cierta querencia por un mercado único, y que lo financiara todo, como hasta ahora, el programa europeo de fondos estructurales. Lo que resulta más difícil de suponer, por contradictorio, es que se persiga la piratería cuando en su erradicamiento se pretenden exacciones émulas de Barbarroja.

A ver si lo entiendo. La única condición que distinguiría la legalidad y la ilegalidad de las casas rurales es la transparencia fiscal de su actividad económica, aparte de las exigencias sanitarias y arquitectónicas, como en casa de cualquier vecino. Y si Autural está reclamando hoy a la Administración “un aplazamiento del pago de los impuestos para los alojamientos situados en poblaciones de más de 500 habitantes y fiscalidad cero para los ubicados en las de menos de 500 habitantes” está condenando a la ilegalidad a un buen puñado de casas rurales. Ya no tendría sentido su solicitud de un observatorio para controlar la piratería, pues con una exacción fiscal como la que se propone todas las casas observadas serían directamente ilegales.

Claro que si lo que se está diciendo es que la ferulenta estacionalidad del caserío rural impide cualquier normalización fiscal, a santo de qué gastar el tiempo y las ideas (malas) en cruzadas tan estériles como la de la música en mp3… Por la boca muere el pez. Al igual que la SGAE, la Autural haría bien en inventar otro modelo de negocio. Porque está muy claro que el negocio de las casas rurales de medio pelo es un mal negocio una vez que se han agotado los Leader europeos.

Se pueden seguir reclamando infinitas ayudas públicas, naturalmente, que contra el vicio de pedir está la virtud de no dar.

Fernando Gallardo

Diez errores a evitar en tiempo de crisis

viernes, abril 24th, 2009

cirque du soleil 03 Una escuela de negocios de referencia en España, el Centro de Estudios Financieros, ha tenido los reflejos de publicar en 20 Minutos un decálogo de qué no deben hacer las empresas en la situación de crisis actual. A simple lectura, podría parecer elemental, sarcástico. Mas conviene recordarlo sin tregua porque hoteles de toda condición y provincia no se han dado todavía por enterados y siguen cometiendo errores… elementales.

Veamos.

1. Negar el impacto de la crisis: Debido en parte a su elevado componente sicológico, esta recesión ha terminado afectando a todas las empresas de todos los sectores, por lo que minimizarla a estas alturas puede ser temerario. “Incluso en el caso de empresas que aparentemente todavía no se han visto afectadas por la crisis, y aunque sólo sea en aspectos parciales, la crisis acabará afectando a casi todas las compañías del país” sostiene el CEF.

2. No extremar la cautela: Aun en época de bonanza, los hoteles no deberían descuidar sus ingresos, ni mucho menos sus gastos. Es importante seguir muy de cerca la evolución del mercado y de las ventas.

3. Descuidar la comunicación: Tanto como estar inundando de información los multimedia y las redes sociales, el silencio informativo es señal de fenecimiento. Como en todo, “hay que saber administrar las comunicaciones”, dice el estudio, ya que así “podremos neutralizar los efectos negativos de rumores e informaciones inexactas”.

4. No ponderar los costes e ingresos para cada escenario: Es justo lo toca en las crisis, replantearse objetivos para minimizar sus consecuencias negativas e imaginar nuevas fórmulas que ayuden a reconfigurar el escenario del negocio.

5. Pasar de los presupuestos y del endeudamiento: No creo que haya muchos hoteles “pasotas”, pero sí que el efecto invernadero de un hotel rural le puede hacer olvidar aspectos básicos de la gestión empresarial como ajustar la cuenta de resultados prevista sobre los gastos, que marca el estudio del CEF. En estos momentos es cuando más conviene endeudarse para sanear la empresa o lograr financiación exterior mediante la entrada de nuevos socios. Recuerdo al lector que estamos entrando en una temible fase de deflación económica y que las únicas políticas certeras para combatirla son las monetarias y las fiscales. Las primeras exigen por parte del Estado darle a la maquinilla de papel, es decir, bajar el precio del dinero y ponerlo en circulación a fin de que aumente el consumo. Y, por parte de los particulares, desechar el ahorro y gastarlo todo o invertir en la empresa, eso que yo llamo reparar las goteras. La única política fiscal admisible es aumentar el gasto público para suplir la caída de la demanda y bajar los impuestos para que los hogares puedan gastar más y reactivar la economía. Luego, poner una vela a la Virgen para que el endeudamiento no nos arruine a todos como les acaba de suceder a los islandeses.

6. Descuidar la delegación de decisiones: Frente a la incertidumbre reinante, muchas de aquellas decisiones que se delegaron en otrtas personas porque todo iba bien ahora merecen ser reconsideradas y, tal vez, “recentralizadas”.

7. Continuar sin más los proyectos e inversiones en curso: No parece muy inteligente seguir como estamos, ni bien, ni mal. Es preciso reconsiderar los proyectos en marcha o previstos, “manteniendo en el congelador aquellos que no vayan a mejorar a corto plazo los resultados o la facturación”.

8. Desatender los posibles cambios del mercado: Para ello conviene no desanimarse. Estar al loro de lo que pasa, pues cuanto más rápida sea la respuesta de la empresa frente a los cambios del mercado “mejor se podrán planificar las estrategias que permitan restablecer el negocio”. Especialmente en estos tiempos de aceleración tecnológica. Ya se arrepienten algunos hoteleros de no haber asistido al webinario que impartimos la semana pasada sobre el proyecto de constitución de un clúster empresarial y tecnológico.

9. Sobrerreaccionar: Que quiere decir ni tanto ni tan calvo. Hay quien se desespera porque no puede pagar la nómina y empieza a tirar los precios, o se apura tanto que contagia su desaliento a los empleados o, peor, a los clientes. Hay quien piensa ya en vender como sea sin un rictus de lucha por la supervivencia del negocio. En todos estos casos “se debe imponer la templanza”, asegura con buen criterio del CEF.

10. No prever los posibles escenarios una vez superada la crisis: Porque dar palos de ciego para superarla no conduce a nada si al final del túnel la luz pertenece a otros. La crisis es una oportunidad para darse un respiro y arreglar las goteras que padece el negocio, que en el caso de la costa española es un desagüe oceánico. Cuando el ciclo remonte, el panorama propio y sectorial debería resplandecer por su novedad, calidad, ingenio y también su sensualidad.

Todos estos errores hallan remedio en una sola virtud: saca lustre a tu hotel para que al final de la crisis vuelva a relucir como en época de bonanza. Ya lo dijimos en las Jornadas de Jávea. Lo que ahora toca es renovar el producto y aprender a utilizar las nuevas herramientas de su comercialización: arquitectura de los sentidos y redes sociales. Éste es el mandamiento supremo para una nueva era.

Fernando Gallardo

Hermano Facebook

viernes, abril 3rd, 2009

Espia-facebook-np En Facebook hemos sostenido una pequeña discusión en privado acerca del propósito intervencionista de la Unión Europea en reglar el uso de las redes sociales. Lógicamente, con Facebook en el punto de mira. Uno de mis contertulios, socialista, defendía que el Estado (en este caso, Bruselas) controlara cuanto se dice en estas redes sociales a fin de preservar la intimidad de las personas y proteger los derechos del consumidor. Frente a esto, los otros dos contertulios señalábamos la dificultad que representa para el Estado real intervenir en el espacio virtual, habida cuenta de su incapacidad material (no es fácil controlar a millones de internautas) y la probable falta de legitimación para legislar un espacio que no es el suyo.

Los Estados modernos se han construido a partir de la sacralización política de las naciones, cimentadas desde su origen en un territorio delimitado por unas fronteras. Sin territorio, esto es, sin suelo donde producir excedentes agrícolas, no habrían existido las naciones. Por eso el nacionalismo actual es fiduciario del campesinado como germen y sustento de la comunidad política, lo que lo convierte en una reliquia para los ciudadanos de hoy, que viajan, se comunican, comparten ideas y cultura, hacen negocios y se ganan la vida con intangibles como el conocimiento. En la sociedad del conocimiento que vivimos, el nacionalismo es un esperpento.

Mientras la Historia ha discurrido en un espacio físico, material, los Estados nacionales han tenido fácil el control de sus ciudadanos. Ahora que el espacio se vuelve virtual, inmaterial, afloran las dificultades. ¿A quién pertenece el espacio de Internet? Si el Estado podía intervenir jurídicamente en mi cosecha, en el producto de mi industria o en el resultado de mis servicios, ¿puede ahora hacer lo mismo en el espacio de mi mente? Porque si esto fuera así, y en ello trabajan los leguleyos más prestigiosos, habría que poner patas arriba todo el Derecho. Al menos desde la fundamentación teleológica del Derecho Penal que hacen Jakobs y Schmidhäuser, para los cuales no pueden constituir delito el mero pensamiento ni la mera resolución de delinquir que no haya sido puesta de manifiesto por hechos externos, ni una mera disposición de ánimo. Fundamentos en los que coinciden tanto la concepción finalista del delito como el sistema causalista.

Verdaderamente, la Unión Europea está más que incapacitada para dictar normas transfronterizas a Internet. O, ¿cómo piensa controlar mi Facebook cuando escribo lo que escribo desde Chile? Enseguida surgen otras preguntas: ¿a quién pertenece Facebook?, ¿a quién pertenece lo que escribo en Facebook?, ¿quién tiene los derechos de lo que reenvío de otros a través de Facebook?

Internet nació como una red de redes militar precisamente para burlar por escape nodal la intervención del supuesto enemigo sobre una de estas redes. El sistema, por maquiavélico, no admite control.

… A menos que emerja aquello que muchos como yo venimos vaticinando desde hace unos cuantos años: el poder global de un gobierno mundial, único legitimado para intervenir en este mundo y en el otro (no en el del más allá, reservado a Dios). G20¿Será el fin de la Historia, como preconizó Fukuyama? Quiero pensar que se trata solamente de un paso más hacia la universalidad. Y hoy mismo hemos subido un peldaño de esta escalera que nos llevará al cielo, aunque algunos no la veamos. La cumbre del G-20 (los 24 países más ricos, que representan más del 80% de la riqueza global) ha consensuado, por fin, la secuencia de construcción en menos tiempo de lo que todo el mundo cree de un Gobierno Económico Global.

Las primeras medidas son elocuentes: el Fondo Monetario Internacional refuerza su papel supervisor, el Fondo de Estabilidad Financiera aportará su ídem, los países emergentes (China, India, Brasil, Cono Sur…) incrementarán sus cuotas de poder, bajarán los tipos de interés en todos los bancos centrales, se regularán los fondos de alto riesgo y las agencias de calificación, sin perder de vista que los paraísos fiscales rebeldes estarán en el punto de mira de los gobiernos y sus ejércitos.

Y después de la economía, la sociedad y la política: el nuevo Gobierno Mundial. El Gran Hermano. Facebook.

De nosotros ahora depende si ese gobierno es totalitario o circula en libertad por nuestras venas, que son estas redes sociales con las que hoy nos comunicamos, mejoramos nuestros negocios y apuntalamos nuestro bienestar personal. De súbditos evolucionamos a ciudadanos. Y mañana seremos, al fin, personas.

Fernando Gallardo

El Santander anuncia un mal año turístico

jueves, abril 2nd, 2009

El Banco Santander augura un mal año para España, según se desprende en su último informe sobre el sector turístico.  En 2008, la industria turística ya sufrió una fuerte contracción de la demanda. Pero 2009 aún puede ser peor. La entidad financiera prevé que el PIB turístico descienda un 3% y no ve salida razonable a la crisis hasta bien entrado el año que viene. Es una opinión, desde luego, pero siempre he pensado que Emilio Botín sabe de lo que habla.

Una de las causas perjudiciales es el aumento de valor del euro frente a la libra, que se acerca al 20%, además de la recesión que sufren los países emisores de turistas a España. Pero otro de los inconvenientes no menos relevantes es el parón estructural que impone la sobreoferta hotelera y los monocultivos turísticos de la hotelería vacacional, urbana de categoría media y rural familiar mal dimensionada. Ante este escenario de ralentización, el informe sgiere lo mismo que venimos proclamando desde hace tiempo: 2009 puede ser un año oportuno para acelerar las reformas estructurales que el sector hotelero necesita… «con inversiones que redefinan el modelo turístico español para convertirlo en un producto más moderno y competitivo».

Pero, ¿qué posibilidades tienen hoy las empresas turísticas, grandes o pequeñas, para su financiación? El Santander alienta la reconversión del turismo de sol y playa, dado que algunos países mediterráneos como Egipto y Turquía suponen una clara competencia y sus estadísticas siguen creciendo. De hecho, España ha bajado un puesto y se sitúa en sexta posición en el ranking elaborado por el Foro Económico Mundial, que valora los destinos turísticos más atractivos y competitivos. ¿Cuántos hoteles de los que participaron han suscrito la ampliación anunciada de los préstamos ICO liquidez?

La patronal hotelera española CEHAT estima en un estudio reciente elaborado por el Observatorio de la Industria Hotelera y Price WaterhouseCoopers una caída evidente de la rentabilidad y de las pernoctaciones. El grueso de los 17.000 establecimientos encuestados (un 68%) prevé un descenso notorio de su rentabilidad, pese a que los costes decrecerán gracias a la rebaja de los costes energéticos y alimentarios. También se prevé un descenso generalizado de las pernoctaciones, tanto entre los visitantes españoles como entre los extranjeros, sobre todo los británicos, por las causas arriba apuntadas.

Algo que puede agravar aún más la situación es la nueva oferta hotelera por incorporarse debido a proyectos ya iniciados entre 2004 y 2006. En un alarde de optimismo, el estudio en cuestión cifraba a principios de año la caída del precio medio en un 2%. Consuela el que luego apostille que «el aumento de la tasa de desempleo propicia que haya más candidatos» y que, en consecuencia, ello redundaría en una «mejora de la calidad del servicio».

Que el panorama está mal ya lo han subrayado Botín y la patronal del sector. Ahora los hoteles de a pie esperan soluciones, remedios, y no especialmente milagrosos. El banquero espera sacar tajada de la crisis, lo que es su perfecto derecho. Inyectará liquidez al mercado cuando éste menos se lo espere y con rendimientos ventajosos. Mientras que el patrón implora ayudas estatales en forma de ventajas fiscales -que luego solicitarán otros colectivos como agravios comparativos- y de rebajas en las aportaciones a la Seguridad Social. También se pide más gasto en campañas de promoción turística y más coordinación entre las Comunidades Autónomas.

Es lo que queda cuando ya no hay nada más que inventar. La promoción del destino turístico. Te has quedado sin un euro en el bolsillo, a duras penas llegas a final de mes y todavía hay quienes se empeñan en animarte a gastar lo que o tienes… Una reducción de impuestos es siempre bienvenida. Y cuando ya no le quede nada por ingresar al Estado, ¿a quién entonces le va a pedir audiencia el patrón?

Seamos razonables. Donde no hay, no hay. Y ya no queda mucho rascar. Más que pedir, nos tenemos que convencer de dar. La única salida a esta crisis, aparte de las bienaventuradas plegarias a Santa Rita, pasa por arreglar las goteras que cada uno tiene en su casa y visitar al vecino ofreciéndole una llave (no inglesa) para ayudarle a desatascar su lavabo. O dicho en román turistino…: redimensionar la oferta hotelera y ejercer la cooperación a través de las nuevas redes sociales.

Fernando Gallardo

¿Por quién están doblando las campanas?

lunes, marzo 23rd, 2009

bombero

Algunos empresarios hoteleros, grandes y pequeños, me han llamado esta semana como quien llama a los bomberos. Con angustia, gritando fuego. Sálvanos, por favor, que estamos llegando al límite de nuestra resistencia y la llamarada siguen creciendo. Y yo, que no tengo lona, ni manguera, ni escalera telescópica, a ver qué puedo inventar -me digo- para que en su caída no me partan la columna vertebral del templo.

Ahora leo que el presidente de la Asociación Riojana de Hoteles, Jaime Calzada, exclama chamuscado que el sector hotelero regional se encuentra al filo de su rentabilidad debido a la crisis actual, que se "está cebando" especialmente con el sector turístico (¿inmobiliario?). Calzada alerta de esta "muy grave" situación provocada por el aumento de los costes, el descenso de la demanda y de los precios de las habitaciones en un 20%, respecto a 2008. Si bien, reconoce que el número de viajeros durante este año ha sido muy similar al de 2007, e incluso ha aumentado el 1,6%.

Respecto al presente año 2009, Calzada vuelve a reconocer que se ha mantenido en la región el mismo número de hoteles, pese al descenso de ocupación registrado, ya que "ahora los turistas tienden a acortar su estancia". Además, "las perspectivas no son nada optimistas para Semana Santa", alerta el hotelero riojano.

Si yo tuviera la solución, me aclamarían como un gurú de la hotelería nacional. Pero apenas me llega el entendimiento para escribir y sacar fotos de este coloso en llamas. Observo y pienso, nada más. Por eso no comprendo qué diablos esperan la Asociación Riojana de Hoteles y otros tantos empresarios hoteleros cuando proponen para el sector turístico afectado por la crisis "una buena promoción, apoyos económicos al sector y buenas infraestructuras".

¿Les ha parecido acaso insuficiente ese tic adquirido por los directores generales de Turismo, que en cuanto les nombran para el cargo declaran que su plan estratégico es promocionar la región? ¿Cree el asociado riojano que existen pocos Fitures en España? ¿Suponen sus hoteles representados que la libertad constructiva de los últimos años, y sus respectivos planes de subvenciones europeas ha significado un escaso apoyo económico al sector? ¿Acaso deberían existir más planes Leader para el desarrollo de nuevos hoteles? ¿Son quizá escasos los aeropuertos existentes en España, tanto como abrir un segundo aeropuerto en Burgos, Valladolid, Jerez o Málaga? ¿Pide Logroño un aeropuerto? ¿Tal vez una autopista a Francia sin que pase por Irún?

Mi entendimiento, repito, no alcanza a tanto para descubrir qué esconden estas sugerentes propuestas. Mientras estudio más, o me lo explican mejor, el corto plazo impone unas soluciones bien distintas a las que presentan Calzada y su mentada Asociación.

La primera de ellas, el rezo del padrenuestro por quienes indefectiblemente están ya condenados a cerrar. Sin remedio, un 20% de la planta hotelera española (no sé a cuánto toca La Rioja)… En su acto de contrición privada deberán reflexionar sobre los errores cometidos, de igual modo que lo hace el médico cuando se le olvida el bisturí en el abdomen de su paciente, el político cuando presenta como verdad lo que es una evidente mentira o el periodista cuando secunda al político en su interesado pecado.

La segunda, que lo vengo sosteniendo desde hace un tiempo, hacer valer frente a los morituri aquellos detalles que hacen a un hotel único, singular, diferente. Porque éste será, sin pecado, el único sistema antiincendios que la razón entienda. Si la clientela escasea, y encima gasta menos, la matemática me obliga a razonar que los hoteles supervivientes a la quema serán por suerte los más atractivos al ojo del turista accidental.

Por consiguiente, antes de cualquier iniciativa de plazo largo como la cacareada mejora de las infraestructuras públicas, el interrogante que debe resolver el gremio hotelero imperiosamente es quién distingue y se distingue, quién acredita capacidad para atraer o amasa la virtud de conquistar, quién sostiene los mejores argumentos para tocar la fibra sensible (o el bolsillo prieto) de los viajeros en economía de guerra. En suma, quién ora et labora por afrontar con ciertas garantías esta crisis.

Lo demás son fantasías urdidas por los epígonos de Fukuyama o los adláteres del optimismo antropológico que ha venido preconizando el perpetuum mobile del crecimiento económico. O, peor, por aquellos que ahora hacen dejación de sus responsabilidades creando una cortina de humo tóxica incluso para el cuerpo de bomberos.

Fernando Gallardo