Archive for the ‘Entre nosotros’ Category

Del hotel experiencial al hotel experimental

sábado, enero 30th, 2010

Nos hemos pasado la semana metidos en un hoyo. Jesús Castillo Oli, arquitecto de cámara, y este servidor nos hemos escurrido por todos los subterfugios posibles en la ciudad chilena de Valparaíso para anticipar visualmente algunos rasgos característicos del Proyecto de un Hotel de los Sentidos. La condición era leer el terreno, sin planos, sin trazos, sin números. Y en las calles por donde bajaba el viento de Neruda, sin esa lluvia que traía hilos celestes, desentrañamos el misterio de las arquitecturas sin sentido que nos devolverá el placer de los sentidos.

Lo primero que vi fueron 
árboles, barrancas
decoradas con flores de salvaje hermosura,
húmedo territorio, bosques que se incendiaban,
y el invierno detrás del mundo, desbordado.
(Canto General, Pablo Neruda)

Nuestro proyecto avanza. En lo que puedo contar, por ahora, el básico de arquitectura se halla en su fase inicial, que concluirá probablemente a finales de abril 2010. Enseguida iniciaremos el proyecto de ejecución, una vez se hayan definido todos los pormenores y elevado a trámite sus pliegos antes las autoridades competentes en la plaza. Si todo sale según lo previsto, la construcción de este hotel experimental en Valparaíso podría iniciarse en abril/mayo de 2011.

Los conceptos espaciales y arquitectónicos que definen este proyecto son los siguientes:

L12003771) Hotel de geometría variable. Vamos a innovar un concepto de yield management no solamente sobre la gestión del hotel, sino también en su arquitectura.

2) Idea de capacidad flexible. Un programa de gestión determinará a según qué horas del día el espacio concedido a cada pasajero en función de su reserva. A las 18 horas, el hotel dará opción al viajero de poder ampliar su habitación 1/3 o 2/3 más sobre el tamaño reservado.

3) Subversión sin freno. Al menos un 50% de los elementos que posea el hotel serán diseñados con criterios transgresores del espacio y de las instalaciones. Haremos especial hincapié en su iluminación diurna y nocturna, el paisaje interior, la articulación de las camas, los módulos de higiene y la conectividad tecnológica.

4) Todos los espacios habitacionales dispondrán de una zona interior ajardinada en diferentes cotas.

5) Existirá una suite de referencia en la que se experimentará una arquitectura fragmentada con zona de trabajo, zona de relax, zona de esparcimiento gastronómico y un espacio aéreo en conexión con el perfil de la ciudad.

6) El hotel dispondrá como zonas comunes de un comedor escénico, un lounge vespertino ceremonial, una terraza mirador extensible, un (más…)

Duelo a orillas del Tambre

domingo, octubre 25th, 2009

Gonzalo_Gurriaran A ver cómo demonios voy a dormirme yo esta noche… La noticia me llega tarde, justo cuando me había enjuagado la boca, mesado la barba, alisado las sábanas, aprestado la almohada, activado la alarma de la casa y doblado convenientemente el embozo de mi cama. En mala hora me puse a fisgar en la calle Facebook antes de apagar la luz y rendirme a los apéndices de Morfeo. En mala hora abrí el cajón de los últimos mensajes y reparé en el del joven Ricardo Gurriarán, que me escribía desde ese recóndito fiordo de la Galicia prometeica donde una central eléctrica ha venido alumbrando el sueño de tantos y tantos viajeros.

Todas las aguas de la ría de Noia apenas llenarían un tazón de cuanto ahora derraman mis glándulas lacrimales, maldita sea, porque leo en este correo que Gonzalo Gurriarán se ha muerto. Del estómago o qué sé yo, Gonzalo se ha evaporado de la ría. Estoy muy impresionado por la noticia, ya que apenas unos meses escribí sobre su nuevo proyecto gallego después de tantos años en la brega diaria por gestionar los hoteles más emblemáticos de nuestro país y hacerlo con un pundonor y un sentido común que no admiten comparación en el gremio.

Me resisto a escribir el último epitafio para mi querido Gonzalo, entre otras razones porque me veo tan impresionado por el luctuoso deceso que ya no me quedan fuerzas ni ganas para añadir algo sentido a los tristes pensamientos que deben estar rondando en el éter escénico de su esposa y de sus hijos. Solo me quedo sollozando, cautivo por la pena, en un rincón de mi lejanía chilena y repitiendo en otro rincón de mi memoria la secuencia de nuestro último paseo por las frondas de Muros hasta el Pazo do Tambre desde su mágica Pesquería.

Tienes que venir a ver mi Pesquería, repitió unas cuantas veces sobre mi oído derecho en La Ruina Habitada, hace dos años. Después de su brillante carrera en Paradores de Turismo, después de haberlo dirigido todo en esa seria casa, incluso el emblemático y compostelano Hostal de los Reyes Católicos, después de unos años últimos como gerente general de la cadena zaragozana Palafox y de haber engrendrado unos emprendimientos únicos para la Expo del Agua, nuestro buen Gonzalo se retiró a su Galicia natal para poner en valor con inusitada valentía y gran entusiasmo la Pesquería del Tambre, un hotelito con encanto en las antiguas viviendas diseñadas por el arquitecto Antonio Palacios para la central hidroeléctrica de la ría de Noia.

Si supieras, lector, qué ánimo en el empeño, qué ilusión en la obra y qué denuedo en el emprendimiento… Fui a verlo para imaginarlo rey de los bosques y dueño de las aguas, pues de tales elementos casi mitológicos se amalgamaban los diseños que le presentó, días más tarde, Jesús Castillo Oli.  ¿Te imaginas, divagó nuestro arquitecto de cámara, la santa compaña ejerciendo de edecán en la recepción de los huéspedes? Sí, claro, y el estro oceánico de las meigas en la espiral de sus sueños.

¡Gonzalo, por Dios, baja de tu nube y cuéntanos ya qué proyecto de Arquitectura de los Sentidos tenías para tu hotel hidroeléctrico! Tres cuartos de hora duró nuestro último paseo entre las umbrías silentes de Muros… Y una mañana entera frente a los óleos del pazo para imaginar qué hotel de los sentidos nacería de esa próbida excursión. Gonzalo, no nos dejes en ascuas a los que todavía mantenemos el estatus de mortales con plazo de caducidad asegurado por reunirnos contigo en el séptimo cielo. Cuéntanos… Qué mundos lúcidos tú dibujabas y cuáles de ellos se harán realidad gracias a la antorcha que portan ahora tu mujer, Adela, y tu hijo, Ricardo.

Porque si para algo sirve nuestra estancia en este mundo, como esos clientes que somos del hotel Tierra, es para que otros tomen el relevo de nuestros sueños y alumbren el futuro de los que están por venir. Nos lo dijo el poeta: somos quien somos y en tanto somos.

Me has dejado huérfano, Gonzalo. Hijo de una infinita tristeza. Pero mi rabia de frágil ser mortal va a ser la savia que alimente un nuevo recorrido por la senda que nos llevó de la Pesquería imposible al Pazo real. Y juro por tu imborrable memoria, como hizo Escarlata O’Hara, que cada año de lejanía tuya en la historia de nuestra pasión hotelera quedará marcado como un hito de proximidad en el camino que lleva a los sueños. El germen redivivo de la hotelería de los sentidos.

Tu último latido, un gesto de dulce hospitalidad.

Fernando Gallardo (@fgallardo)

Opinémonos

viernes, octubre 23rd, 2009

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¿Qué opinamos los hoteleros de nosotros mismos? ¿Acaso tienen que venir de fuera a buscarnos los defectos? Porque las loas y los aplausos son siempre bienvenidos, aunque a veces sean caramelos envenenados. Ante todo somos hoteleros porque tenemos un proyecto, un concepto, una idea, una filosofía de vida, una cultura con la que estamos profundamente comprometidos. Todo eso lo queremos trasladar a los demás y lo plasmamos en nuestro proyecto/espacio, lo lanzamos/compartimos con los demás o estamos en el principio del fin de lo nuestro.

No me parece que cuando hablamos de innovación hotelera estemos hablando de esto precisamente. Las últimas reflexiones en este Foro sobre los que dicen los demás (en terminología moderna 2.0) me está empezando a descolocar… Desde siempre he creído que "no importa la opinión, sino el agente opinante" (por ejemplo, para mí lo que me diga Fernando Gallardo sobre El Secanet me llega, me duele, me conmueve, me motiva… Y, por contra, lo que me critique un determinado y futuro ex-cliente (porque después de una mala opinión aparece la decisión explicita de no volver al lugar del crimen) me dolerá o no, pero será objeto de un análisis diferente .

No creo que debamos adaptarnos permanentemente a aquello que nuestros clientes demanden. La gente, en general, nunca demanda innovación. Salvo que esté muy escaldada, la gente es continuista y huye de los cambios. Así pues, o conocemos bien nuestras debilidades y fortalezas, o mal rollo.

Si no queremos perpetuar una hotelería cutre, opinemos nosotros de nosotros mismos… Pongamos en práctica unos ejercicios espirituales. Primero en Jávea. Ahora en Solares, por supuesto.

Salvador Estellés, hotel El Secanet

Los guarismos hablan de nuestro foro

viernes, septiembre 11th, 2009

¡Uuuuy!, casi exclamamos esta semana. Para un Foro que no tiene vocación de popularidad, sino de debate y reflexión entre hoteleros, arquitectos y gentes afines alcanzar los 1.000 lectores únicos cada día trasciende todas las expectativas. En un año de trabajo, ésta es la cifra de amig@s que hemos incorporado a la disquisición hotelera como proceso de culturización turística en el mundo.

Ya no somos tan pocos. Más de 200 personas se han suscrito al Foro para participar con sus ideas y reflexiones. Más de 55.000 han pasado por aquí para leer solamente lo que decimos, sin opinión propia, en el periodo transcurrido desde el 1 de enero de este año.

Y como nunca nos ha faltado transparencia –pues éste es el lema del Foro, transparencia, innovación y cooperación–, publicamos a renglón seguido las cifras reales, no analíticas, del contador introducido en la misma web del Foro de la Ruina Habitada.

septiembre2009

Cabe resaltar que el cuadro proporciona los datos puros de las visitas únicas, no de las páginas vistas. Lectores individuales, con nombre y apellido, en su mayoría hoteleros. Y lo hacen casi a diario, que es lo que más me entusiasma. Será que este Foro interesa, que el temario a debatir les resulta interesante.

sept2009

El mes pasado, tradicionalmente flojo en las diatribas ideológicas, tuvo un inmejorable comportamiento, como puede verse a continuación.

Agosto2009

En total, agosto registró una afluencia de 20.278 visitantes únicos, lo cual arroja una media diaria de 675 visitas únicas. Y, si obviamos el fin de semana, la media diaria asciende a 882 visitas únicas. Helas aquí día a día:

Agos2009

En el Foro carecemos, de momento, de una estadística más completa y profunda que segmente a los lectores por lugar de origen. Pero sí que se puede sacar alguna que otra conclusión analizando la procedencia de su dirección IP, como se constate en el cuadro siguiente:

paises2009

Las cifras hablan por sí mismas, pero merece la pena destacar el gran interés que provoca este Foro en los países latinoamericanos, sobre todo en México y en Chile.

Lejos de nos el autobombo que parece destilar esta  estadística. Si la exhibimos es porque necesitamos acrecentar la confianza de que este escenario de debate y reflexión surgido de las jornadas hoteleras en La Ruina Habitada han servido –están sirviendo– para algo. Ojalá que las expectativas de cuantos nos siguen a diario no se defrauden. En la mente de todos, y en la tecla de cada uno, estriba su éxito. Así, los 174.624 lectores únicos que han curioseado en alguna ocasión lo aquí escrito no considerarán jamás haber perdido su tiempo.

el Foro dixit.

Fernando Gallardo (@fgallardo)

¿Se puede puntuar un hotel?

martes, septiembre 8th, 2009

“Has estado sobresaliente, cariño. Te mereces un 10 en la cama.”

ruleta¿Se puede valorar una experiencia amorosa? Esta pregunta salta a la palestra de cuando en cuando para acuciarme a explicar qué argumento o sensación me sirven para ponderar los valores de un hotel en mi crítica semanal de EL PAÍS y si tal prontuario justifica la evaluación numérica de las instalaciones y los servicios cuando el establecimiento de turno se significa por su singularidad o carácter propio. Algunos hoteleros me lo inquieren en Facebook con más curiosidad que leso derecho de réplica.

“Creo que eso hacen nuestros huéspedes con sus opiniones”, arguye Antonio Gómez (Quintana del Caleyo), quien deposita en el prescriptor la responsabilidad de valorar “los espacios, la arquitectura, el lugar, el encanto, los desayunos, las charlas, el trato, el silencio, cualquier otra sensación vivida” en la misma medida en que la clientela puntúa en su fuero interno las experiencias y emociones obtenidas en el hotel.

La crítica o la queja deben servir al hotel como herramienta de mejora continua, sostiene a su vez Palmira Rodríguez Servando. “El problema radica cuando los evaluadores miden las emociones o sensaciones con los mismos parámetros con que pueden medir lo tangible.”

Porque este es el debate que provoca la azagaya periodística que nos blande el propietario del hotel Consolación, Santi Mas de Xaxas, con el acicate de saberse objeto de valoración este mismo fin de semana por mi rúbrica en El Viajero. Objeto de una tabla de puntuaciones que hoy todavía desconoce… “¿Acaso se puede puntuar una experiencia? ¿Una sensación? ¿Un estado? ¿Una emoción? ¿Una vivencia?” Porque, como alega nuestro interlocutor, eso queremos que sean los nuevos hoteles de los sentidos. Emoción frente a razón. Corazón frente a hígado. Mi pálpito contra mi pulso sistólico.

Tantas veces me he declarado nada partidario de la clasificación oficial por estrellas de los hoteles que ahora me va a resultar difícil encontrar un argumento a favor de mis propias puntuaciones semanales. No se sostienen en puridad, lo sé. De hecho, no las utilizamos en la selección hotelera de Notodohoteles.com. El peor hotel del mundo puede ejercer un día cono el mejor del mundo, lo he suscrito muchas veces. Es el poder de una sonrisa lo que importa, el aleteo de una corazonada, el soplo de un susurro, la tonalidad de un cielo, la densidad de una atmósfera… Son tantas cosas imperceptibles, apenas imaginables, intangibles o someras en su esencia que resulta abrupto etiquetarlas con suspenso, aprobado o notable.

¿Por qué entonces las puntuamos? El lenguaje de la comunicación es más preciso cuanto más convencional se vuelve. Todos sabemos que un ratón es un mamífero pequeño del orden de los roedores, familia de los múridos, subfamilia de los murinos. Pero el lector entenderá que mientras escribo estas líneas no tengo a mi ratón dando vueltas a una rueda en su jaula, sino inmóvil sobre mi escritorio, junto al teclado, y no precisamente porque lo haya domesticado. Utilizamos una convención lingüística o de estructura matemática para entendernos y, así, comunicarnos. Es el contexto de la frase o de la ecuación lo que nos sitúa en su condición. Es la referencia analógica la que nos ilustra con precisión.

Por convención matemática, el 0 indica nulidad y el 10, tetractis, sefirot, la totalidad. Signo de perfección. Las diez lámparas. Las diez vírgenes. Los diez talentos. La base de nuestro sistema algebraico. La camiseta de Pelé y Zidane.

Claro que es difícil entender el distingo entre un 6 y un 6,5, lo mismo que entre el 7 y el 8. Pero sabemos que un desayuno de 3 es vulgar y de 1 es incomestible. Que el 10 en atención no se refiere a Bo Dereck, sino a un hotel que te agasaja desde que entras hasta que sales, con nombre y apellidos, noble y personalmente. Que tranquilidad 2 pintan bastos, mientras que un 9 te sube al séptimo cielo. Que un edificio que se cae no merece un 8, ni tampoco ese falso historicismo decorativo en el que algunos han caído por creerse alguien en arquitectura. Cierto es que otras notas me incomodan y hacen dudar, como las otorgadas a la instalación. Tiemblo al calificar con 5 a un hotel austero frente a otro que te pone la alfombra roja y deleitea el paladar de tus hijos con un menú infantil. Lo que para unos es un bálsamo –el silencio–, para la familia es puro aburrimiento. Hay quienes no soportan el barullo de la tele en el comedor y los hay que no cenan mientras no vean los goles de la semana. Gente para todo, hoteles para unos pocos.

Porque es imposible contentar a todos promovemos establecimientos de nicho y que cada cual escoja el suyo. La nota máxima puede recaer en el hotel de los goles tanto como en el del silencio. A cada oveja, la sensación que le asemeja. Bien entendido que mis querencias por los silencios solo valen lo que mi entendimiento y circunstancia, sin que me postule a papa o padre de ninguna iglesia. Si mi puntuación sirve de referencia es porque algunos me leen, me creen, me vigilan y no se acomplejan. Subjetivamente. Con firma propia.

De ahí que en mi ponencia ratifique siempre el valor prescriptivo de las personas y no de los sistemas. Uno es reconocible por su naturaleza humana. El otro, cada día más, papel mojado.

Fernando Gallardo (@fgallardo)

Un volcán de oro para digerir las críticas

jueves, agosto 27th, 2009

exabrupto Esta mañana me he desayunado con dos correos muy diferentes entre sí sobre el mismo tema. Ambos contenían respuestas a sendas quejas de mis lectores, clientes de hotel, en Notodohoteles.com, lo cual me ha conducido a reflexionar una vez más sobre qué hacer con la clientela, si cachetearla, burlarse de ella, cortejarla para que repita, extenderle la alfombra roja o, simplemente, mirar hacia Antequera.

Apuré un trago de Volcán de Oro infundido en mi cafetera de émbolo luego de regurgitar una galleta con el sonido característico –¡glup!– de quien se atraganta por la lectura de algo que indispone. Leamos cuál fue la primera misiva:

“Le voy a decir una cosa muy claramente (al respecto de una crítica de un cliente publicada en Notodohoteles), nadie y le repito nadie, juega con el esfuerzo de mi familia, eso no se lo permito a nadie, (…) le garantizo que gracias a nuestra buena reputación, larga trayectoria y a estar muy, muy bien relacionados, seguimos siendo referentes en nuestro sector. Por supuesto que si no se retiran las falacias y calumnias sobre nuestra casa que se vierten en una página web que supongo es un buen negocio para usted, vamos a utilizar toda nuestra fuerza en los medios  autonómicos y nacionales, y le aseguro que la lista de íntimos amigos en el sector nos da  un gran soporte. Por otro lado no descartamos ninguna de las medidas jurídicas que están a nuestro alcance, y por supuesto que las acciones que determinen nuestros abogados irán directamente contra los responsables de la empresa que son soporte de las calumnias. A estas alturas no permito que nadie manipule mi empresa ni juegue con mi familia (…)”

Firma el correo Javier R. Gutiérrez González, en nombre de la Posada Mayor de Migueloa. Es la réplica a esta crítica publicada por un cliente en Notodohoteles.com.

La siguiente galleta me llegó al píloro con un efecto, desde luego, más volcánico. ¿Sería por el aroma contundente de este café?

“Estimada Olga, le agradezco sus críticas y los comentarios que figuran en esta página de Notodohoteles.com. Quería informarle que ya están disponibles en el hotel Cerro de Hijar habitaciones con aire acondicionado. Gracias a clientes como usted podemos seguir mejorando día a día. Espero que nos vuelva a dar la oportunidad de sorprenderle con nuestras mejoras en otra ocasión. Muchas gracias de antemano por su atención y reciba un cordial saludo.”

Firma el correo Guillermo González, director del hotel Cerro de Hijar. Es la réplica a esta crítica publicada por un cliente en Notodohoteles.

Y ahora, apurada la taza de este estupendo café guatemalteco y dado por concluido el desayuno, me gustaría preguntar a mis contertulios de este Foro con cuál de los dos réplicas se sentirían más identificados.

Fernando Gallardo (@fgallardo)

La firma del caracolillo

martes, agosto 25th, 2009

caracolillo Muchos de mis lectores se preguntan qué clase de jeroglífico acompaña de un tiempo a esta parte mi rúbrica al pie de cada artículo. Figura entre paréntesis, con la inicial de mi nombre y mi apellido completo, solitaria y cabalística, que es lo que destilan todas las referencias al simpático caracolillo, decía uno, o el símbolo universal y consuetudinario en Internet de la arroba. Sí, ésta: (@fgallardo).

A semejanza de la grafía consensuada para el correo electrónico, todo lo que contiene algo viene precedido por el símbolo [at], la arroba (@), se decir, dentro de… Si escribimos fernando@fernandogallardo.com es porque el buzón de fernando está localizado y contenido en el dominio fernandogallardo.com, al igual que el apartado de correos X significa la casilla X dentro del casillero puesto a disposición del público por el organismo oficial de Correos.

Pues bien, la referencia @fgallardo se utiliza en Twitter para señalar a quién van dirigidos los twits (mensajes de 140 caracteres máximo) o el identificador de quien los emite. Con ello deseo significar la relevancia de esta nueva herramienta social y fomentar su uso dentro de nuestro Foro de la Ruina Habitada. Me recuerda mucho los primeros tiempos de Internet, cuando casi todos mis amigos y congéneres se extrañaban de la caligrafía de mi rúbrica, que adosaba en todas las misivas una dirección de correo electrónico (de aquella, usaba Compuserve).

No es ésta, sin embargo, la única novedad. Arriba, a la derecha, vemos un cuadro de suscripción al Foro. Google adquirió recientemente el agregador y organizador de feeds (redifusión de contenidos web como éste artículo del Foro) para que los artículos indexados recirculen entre los usuarios suscritos al Foro de manera más fácil y fluida. Cualquiera que se apunte –lo recomiendo– recibirá a través del correo un boletín con los nuevos artículos del día. Ello no impide que siga funcionando la suscripción de la columna derecha, más abajo, con la que además se está facultado para publicar artículos en el Foro. Ambas suscripciones son importantes para dar solidez a este proyecto de cooperación y de intercambio de ideas.

¿Qué más? Continuaremos insertando encuestas informales como ésta que nos acompaña. No serán rigurosas, pero sí nos puede servir como termómetro de la realidad o del estado de pensamiento colectivo. Los datos obtenidos los debatiremos cada seis meses en los encuentros presenciales que el clúster organice con el espíritu de Jávea.

Con referencia al Clúster de la Ruina Habitada, un cambio de look está previsto en el Foro en cuanto se constituya esta agrupación hotelera y se dote de presupuesto al Foro para convertirse en su soporte social y de expresión colectiva. Hemos insertado el mapa del clúster como un paso previo al protagonismo que adquirirá esta entidad en el Foro, y su actividad plenipotenciaria en el Foro servirá, sin duda, para sumar adeptos.

En breve implantaremos el sistema de afiliación Google FriendConnect, que replica en cierto modo a Facebook, aunque ofrece un mayor grado de visualización en blogs y otras herramientas sociales. De momento, estará disponible en pruebas al pie del formulario de participación en el Foro, que se puede ver aquí.

Nos movemos en el espacio sideral para captar electrones, y no como vimos que hace tramposamente el ununbio, cooptándolos de su esfera interna. Lo nuestro es ser claros como el agua.

Fernando Gallardo (@fgallardo)

Que los sueños no devengan en pesadillas

miércoles, julio 29th, 2009

Escribir algo es un acto de sincerarse, dicen. De autoafirmarse. De decir en definitiva «pienso esto y soy así». Hace muy pocos días, el Consejo de Ministros monográfico sobre Turismo celebrado en Mallorca aprobó una serie de generosas ayudas para fomentar nuestro un tanto decaído sector. Quizás muchos de los que leen este Foro se animaron a llamar a un arquitecto, hacer un par de números y emprender lo que llamo la Senda de los Sentidos. Quizás. 

De entrada, bien pensado: posicionarse ante la crisis es una actitud inteligente. Ser diferente, luchar por nuevos mercados y atraer otro público. Esa es la (buena) teoría. La que vale, la que hemos oído muchas veces. No ser como los otros puede ser la solución.

Pero que las ganas de agradar no sean las tumbas de vuestros establecimientos. Debemos hacer entender a arquitectos y constructores que si bien tenemos empresas hoteleras, la mayoría son pequeñas y familiares. A la par que no somos ricos y no nos podemos permitir según qué aventuras. Sentidos, sí, pero con cabeza. Con presupuestos firmados y con una rentabilidad preasignada a las mejoras que introducimos a nuestro establecimiento. A veces, los dibujos salen caros… Fiarlo todo al ICO -esto es, al banco- puede traer más de un problema: debemos saber parar, saber decir «hasta ahí podemos». Pues el podemos llega normalmente hasta donde empieza nuestra financiación propia.

Por tanto, lo primero que deberíamos examinar es si realmente podemos o dejamos los riesgos para otros. ¿Perogullo? Experiencia, que no es lo mismo. Ser diferentes, sí. Ofrecer algo no único pero sí diverso, también. Y que los sueños no devengan en pesadillas.

Bernat Pere Joan Jofre i Bonet, hotel Son Esteve