Archive for the ‘Veo veo’ Category

Fisiología del palomar

miércoles, agosto 19th, 2009

Nueva entrega de una serie en que la provocación del comentario nos sirve a la reflexión sobre la imagen escogida. El establecimiento al que corresponde esta foto se suscribe a la nueva ola del encanto rústico y pizpireto. Nuestro arquitecto de cámara nos introduce con buen humor a valorar el significado de la palabra armonía en una propuesta así de historicista.

banno 

Jesús Castillo Oli, arquitecto: “Intuyo que la pieza que hoy nos toca comentar es un cuarto de baño. Existen ciertos elementos que nos ayudan a situarnos. Elementos que por su resolución formal deben de ser antiguos, aunque su aspecto no lo denota. Supongo entonces que estos aparatos sanitarios no tienen muchos años aunque sí su diseño. ¿O será un remake? Ya sé, este cuarto de baño –completo, ya veo el bidé– estará situado en una noble casa solariega de rancias vigas de madera y paredes de mampostería, lo cual justifica debidamente su formalización clásica. Por tanto, quiero suponer que las habitaciones continentes de este cuarto de baño no tendrán televisión… Y que el coche del propietario de este hotel estará chapado en madera o tirado por bestias, en coherencia con la propuesta. Aunque quizás debiera serlo también el coche del huésped para no romper la armonía de la fachada, si es que ésta se halla a su vez en armonía con este cuarto de baño.

Claro que con tanta suma de armonías corremos el riesgo de entrar en resonancia compositiva…

Bien resuelto parece el espacio para colocar los cosméticos de baño u otras cacharrerías, que en los hoteles de diseño siempre faltan huecos para dejar las cosas –incluso el secador, que me diría la sufridora de algún diseño mío–. Y qué decir de la iluminación, también clásica en su desnudez y sinceridad… De precio supongo que muy elevado a juzgar por la grifería de oro. Me atrevería a decir que existe un exceso de modernidad en el acero inoxidable de la papelera.

* nota: estos comentarios están hechos desde el sillón de la buena intención, a mis colegas que diseñan cuartos de baño como éstos y a los que diseñan cuartos de baño que no se parecen nada a éstos, a los promotores que quieren diseñar un cuarto de baño, a los que ya lo tienen y ven algo que no acaba de encajarles, a los que les gusta este cuarto de baño y a los que odian visceralmente unos cuartos de baño así, a los que les gusta el azul y a los que no, a los que ponemos cara de póker cuando llegamos a un hotel con un baño así y a los que piensan que "lo único que le falta a este baño para ser perfecto son unos pañitos con puntillas sobre la cisterna". A todos, con el cariño que me brinda la ironía, pero nunca el sarcasmo.

El valor menguante del ornato

jueves, junio 18th, 2009

Segunda entrega de la sección veo-veo. En ella, el arquitecto de cámara de nuestro Foro valora la imagen, de la que no conoce a qué hotel pertenece, ni quien ha sido su arquitecto o su decorador, ni siquiera en qué latitud se encuentra, así como tampoco otros detalles o características del establecimiento propiamente dicho. La reflexión que pretendemos con el veo-veo, antes que criticar malévolamente un hotel o proyecto de hotel, quiere ayudar a comprender mejor las claves de la Arquitectura de los Sentidos y poner el foco en los detalles espaciales que deben ser tenidos en cuenta a la hora de regentar un negocio hotelero con la perspectiva de atraer a la clientela del siglo XXI, cuyos comportamientos difieren sustancialmente de aquella que ha venido ocupando los hoteles durante el siglo XX.

embrujo 

Jesús Castillo Oli, arquitecto: “Al ver ese excéntrico sofá y esas sillas Luis XV (con un digamos contemporaneizante estampado) me viene a la memoria aquella recurrente escena casera de todos los portales de nuestras décadas de mocedad. El espacio, atribuible a una zona de estar o entrada original de un hotel de nuevo cuño, lo encuentro excesivamente ornamentado, con algún problemilla añadido de distribución. Supongo que esas dos puertas pareadas corresponderán a los aseos (?)… Si es así, no creo que ésta sea su mejor ubicación, junto a un lugar evidente de reunión visible para todo el que permanezca allí sentado frente al espectáculo mingitorio. O quizás no me he dado cuenta y las sillas en realidad son una instalación de rabiosa actualidad… (por tanto, se ven pero no se tocan). Las rayas de la pared no aportan nada. Y qué decir del mural que preside las sillas. El gran arquitecto Adolf Loos ya lo apuntó a principios del siglo XX: “la evolución cultural equivale a la eliminación del ornamento del objeto usual”.