Es difícil describir con palabras lo que uno siente cuando se sabe protagonista de un experimento pionero en el campo de las relaciones humanas. Ayer sucedió en Facebook con el webinario (seminario en la web) que, gracias a la empresa chilena ubiqq.com, concelebramos un nutrido grupo de hoteleros y yo en una sala virtual creada al efecto para mostrar las virtudes de esta novedosa herramienta de marketing online y anunciar un proyecto asociativo estable que ayudará a muchos a salir de la crisis actual. No en vano, la teleconferencia fue convocada en este mismo Foro bajo el título "La cooperación hotelera: una salida a esta crisis.
La primera media hora del evento estuvo dedicada a explicar qué es un webinario y cómo funciona. En puridad estamos hablando de una teleconferencia en Internet, pero transmitida a través de Facebook, lo que permite el seguimiento audiovisual de una ponencia con la monitorización de los datos en un Power Point, a imagen y semejanza de una pantalla gigante clásica en las salas de conferencias, un turno de preguntas virtual en el mismo momento de la conferencia o posterior a ella y un debate-chat simultáneo entre los asistentes. En esta ocasión se contabilizaron 47 hoteles.
El webinario abrió una línea de continuidad entre este Foro y las jornadas hoteleras presenciales que hemos venido celebrando en la Ruina Habitada y en el hotel El Rodat, de Jávea. ¿Qué se esperaba de este experimento? Por objetivos:
- Innovación. Porque innovar es la baza necesaria para salir de la crisis hotelera.
- Cooperación. Porque trabajar en red es obligado en la sociedad del conocimiento.
- Inteligencia. Porque la cultura empresarial exige comprender e interiorizar los procesos que trenzan la cadena de valor.
- Identidad. Porque el diagrama orbital prevalece hoy sobre la jerarquía piramidal. En un diagrama orbital todos los nodos colaboran sin perder su identidad. Las empresas compiten no para ser la mejor, sino para ser diferente.
- Debate. Porque confrontar ideas es darle la vuelta al pensamiento y eso ayuda a razonar.
- Propuestas. Porque el espíritu de Jávea se merece un después… Un alumbramiento organizativo.
Era obvio que el webinario no podía reducirse a un mero experimento tecnológico, que los asistentes demandaban un contenido que diera satisfacción a las conclusiones de Jávea con el objetivo común de salir de esta crisis mediante el espíritu de cooperación entre hoteles. Era obligado inventar algo que no fuera más de lo mismo, lo mismo de siempre. Se discutió en Jávea sobre el papel ya consolidado de las asociaciones gremiales y de los clubes de calidad, por lo que se adivinaba la inutilidad de construir otra asociación u otro club como reflejo permanente de ese espíritu generado en aquellas jornadas y que había simbolizado a la perfección la risa contagiosa del auditorio en la exposición del hotel soñado por cada grupo de trabajo. En el ánimo de todos se dibujaba, por tanto, una red de intereses comunes que bien pudiera desembocar en la formación de un cluster empresarial.
El espíritu de Jávea nos une
Y esto fue lo que vine a proponer en la segunda fase de mi exposición. Fruto de la reflexión post Jávea, se impuso en mi mente la búsqueda de una figura jurídica que definiera con exactitud ese espíritu de colaboración nacido en las referidas jornadas. Y llegué a saber que existe una figura jurídica denominada Agrupación de Interés Económico (AIE) en cuya participación no se compromete en absoluto la autonomía individual de los hoteles. Como que también es en esencia una red social libre y de adscripción voluntaria de empresas que persiguen un interés común. Y que para constituir una AIE se requiere un desembolso simbólico no superior a 1.000 euros por empresa, que es la cifra que vamos a manejar a partir de ahora en el estudio de viabilidad de este proyecto.
Con el desempeño de una AIE los miembros suscritos pueden acceder a múltiples ayudas para financiar cualquier proyecto. Y si la entidad adquiere el rango de Agrupación de Empresas Innovadoras (AEI) cabe acceder además a importantes recursos para financiar proyectos de carácter tecnológico. Porque una cosa está clara y definida: la prioridad estratégica de los gobiernos en todos los países afectados por la crisis va a ser durante los próximos años la I+D+i .
En el proyecto de AIE que presento en este Foro giran tres rotores del motor que hará funcionar los proyectos beneficiosos para quienes se acojan a este programa colectivo. Las ideas que se van generando por parte de todos, los hoteles que reciben los utensilios generados y los gestores que ponen en marcha las ideas para convertirlas en proyectos resultantes.
En su aspecto jurídico, la AIE es un grupo de interés constituido por alojamientos turísticos y empresas de servicios en pos de unos objetivos comunes. Su escenario de debate, acuerdo y actuación sería este Foro de La Ruina Habitada en el que nos hemos venido moviendo todo este tiempo, que dictará las reglas en que se deberá jugar la partida y promulgará su reglamento de régimen interno. La agrupación estaría dotada de un órgano de gestión profesionalizado, independiente de las empresas que la compondrían, aunque sometido a su escrutinio y elección. El Comité de Gestión recoge las necesidades del colectivo y las procesa en una fórmula útil para todos, propone conceptos innovadores y los somete a un debate público en el Foro, audita los proyectos aportados por terceros y los somete a aprobación, y, finalmente, contrata a las entidades encargadas de gestionar los proyectos.
Plan tecnológico Avanza
¿Cómo financiar los proyectos? Será el Comité de Gestión quien asigne los recursos pertinentes a los proyectos buscando a los patrocinadores y concurriendo en las licitaciones del plan Avanza. Más de 600 millones de euros aguardan un buen proyecto que beneficie al colectivo de hoteleros inscrito en esta AIE.
El clúster celebraría cada seis meses unas jornadas presenciales para analizar los proyectos en marcha y efectuar su seguimiento, así como el pulso de las tendencias observadas en el mercado turístico. Cada tres meses o cada mes, como sugirió después Inmaculada Ranera se celebraría, además, un webinario sobre los objetivos a marcar por el colectivo. A esto cabría añadir que cualquiera que fuera el grado de implicación por parte de cada hotel, todos se beneficiarían del trabajo de los gestores profesionales y de los servicios proporcionados por las empresas concurrentes.
El camino a recorrer a partir de ahora es fácil de adivinar. Y no por difícil se presenta menos apasionante. Primero tantearemos el espíritu real de Jávea, es decir, la verdadera disponibilidad de los interesados en participar en una AIE como la que propongo. Si detectamos el quorum necesario, la constituiremos, no me cabe la menor duda. A continuación estableceremos el reglamento de ese partido que se va a jugar en el Foro y del cual, ya lo anuncio, Fernando Gallardo no asumirá el liderazgo sino el papel de árbitro, vestido de negro y con el pito en la boca, transparente al máximo. El Foro de la Ruina Habitada se convertirá así en el estadio de encuentro y debate de la AIE, cuyas ideas se trasladarán al Comité de Gestión para que arme a conciencia los proyectos y procure su financiación. Con los proyectos convertidos en realidades es evidente que el colectivo saldrá indemne a la crisis y con una sonrisa de oreja a oreja. Como la de Jávea
Tres son los proyectos que se me ocurren de inmediato y por lo que vale la pena esforzarse en lograr que cuaje este clúster empresarial. Sin orden de prelación, el primero sería una investigación profunda sobre los espacios hoteleros existentes y aquellos soñados por cada empresario. El dilema de la adaptación arquitectónica de los edificios preexistentes en hoteles. O sea, la Arquitectura de los Sentidos.
El segundo obtendría un asesoramiento particularizado sobre las múltiples estrategias a seguir en Internet, el aprendizaje del funcionamiento de las redes sociales y su aplicación en el negocio diario, o el diseño y posicionamiento de las webs hoteleras en función de su estrategia de marketing online. La novedad aquí consistiría en la implementación a la escala que fuere de un barómetro mensual de la ocupación hotelera y de los precios medios que rigen en la industria, a fin de confeccionar un mapa real de coyuntura hotelera por zonas, tipologías hoteleras, hábitos de consumo, etc.
Cooperación mediante el intercambio de clientes
Finalmente, el tercer proyecto y el que me parece a mí prioritario en la conducción hacia la salida de la actual crisis prevé la creación de una plataforma tecnológica para el intercambio de las bases de datos obrantes en cada establecimiento asociado sobre clientes. Se trataría aquí de poner en marcha a través de herramientas de bajo coste, como es Facebook, un enorme CRM (gestión de la relación clientelar) común al colectivo y que aproveche las sinergias generadas por cada hotel en su relación con los de su entorno, no solo el geográfico, sino también el tipológico. Ello permitiría el diseño de productos específicos en red y el encadenamiento de propuestas beneficiosas para los establecimientos adscritos a esa red. Como modelo, sirva la plataforma creada por la empresa GdTIC para las estaciones Náuticas de España, un clúster del que seguramente mucho habremos de aprender en los próximos meses.
A continuación se abrió un turno de preguntas en vivo a través de un chat público y también mediante la participación con imagen y sonido de algunos de los asistentes al evento virtual. Si resultó emocionante el ajuste técnico de este primer webinario hotelero de la Historia en Facebook, no quiero ni contar el subidón que a todos nos produjo ver y escuchar la alocución de Alberto Hernández desde su despacho en el Parador de Sigüenza, del que es director. A todos, por el despliegue tecnológico empleado por la empresa ubiqq. A mí, porque me reafirma en la creencia que he tenido siempre de que nuestros Paradores de Turismo no solo viven de la antigua, sino que están a la última en todo.
Fernando Gallardo