Archive for the ‘Arte’ Category

Glenn Gould y la «música del no»

jueves, octubre 30th, 2008

Quise volver a conversar con Rafael Moreno a  propósito del no-marketing… Y recordé aquel artículo de noviembre 2002 de Agustí Fancelli en El País: Glenn Gould y la música del no.

En mi respuesta a Rafael comenté lo del sentido del humor y, tal vez ahora me voy al otro extremo, pero bueno, no esta reñido. La música del no, traducido para mí, durante muchos años, ha sido, a diferentes niveles, limpiarte de ti misma para ser conductor y así llegar a la esencia de las cosas. La frase del no-marketing me llevó a recordar la “música del no”. Voy a reproducir aquí algunas de las frases de A. Fancelli en su artículo a propósito de Glenn Gould.

“Su último recital tuvo lugar en Chicago, el 28 de marzo de 1964, domingo de Pascua. Contaba apenas 32 años, se hallaba en la cima del éxito. Sus críticos pensaron que el abandono sería transitorio, mera estrategia para venderse mejor al regreso. Se equivocaron. (…) Sus viajes en coche hacia el Gran Norte de Canadá en busca del vacío, sus reclusiones voluntarias, en casa o en el estudio de grabación, sus interminables conversaciones telefónicas de madrugada –a Jonathan Cott, uno de sus mejores estudiosos, nunca le vio personalmente- hablan de una dedicación absoluta a la ausencia, la negación, el ocultamiento.

En la inmaterialidad de la fuga, esencia de la escritura contrapuntística, halló esa “música del no” que le permitió ascender a la pura contemplación especulativa.A él le interesa la idea de la obra, el concepto, la construcción, no su materialidad sonora, que en cualquier caso será una traición. (…) Gould hubiera sin duda preferido comunicarse por telepatía, sin teclado de por medio. Del piano le interesaba el tacto mucho más que el sonido.

No pretende dar con un sonido bello, sino con el más neutro posible, de modo que la estructura de la obra llegue al oido con las mínimas intermediaciones. Esconderse tras la obra, desaparecer tras el sonido. Esa fue su vocación, por ella abandonó el concierto en directo. Paradojas de la vida: si hay un pianista al que se reconoce desde el primer compás, ese es Glenn Gould.

La gran lección que nos legó es que cuando en música se eliminan accidentes, el tiempo se alarga como un océano.

Las conversaciones cruzadas en un mismo plano sonoro constituyeron otra de las grandes obsesiones del artista, incluso fuera de la interpretación musical, como bien demuestra su docudrama radiofónico La Idea del Norte, un collage de voces hermanadas por la común experiencia del viaje”.

Amaya Espinoza, red de Hoteles del Arte

Red de Hoteles del Arte

jueves, octubre 16th, 2008

Ya es visible hoy nuestra página web: www.hotelesdelarte.net  Es verdaderamente simbólico: si no existes en la red… ¡simplemente no existes! Pues bien, buenas noticias: esta iniciativa, impulsada por nuestro amigo Fernando Gallardo, está empezando hoy a caminar. Nos reunimos en octubre de 2007 en La Ruina Habitada y decidimos dar forma y marcha a este proyecto, la red de Hoteles del Arte.

¡Qué complicado! Casi todos los hoteles/hoteleros coquetean con este mundo del arte, así es que había que empezar por algún sitio. Dos hoteleros de la península Ibérica y uno de una ínsula (¡ay, Fernando!, qué vista tuviste con aquello de las ínsulas Baratarias) se han puesto de acuerdo para mover sus colecciones, ayudar a artistas, etc. Estos hoteleros son Henrique Leotte (hotel Convento de Sao Paulo, Portugal), Eugenio Bermejo (Palacio de la Serna, Ciudad Real) y Antón Piñel (Nautilus Lanzarote, Lanzarote).

Como todo proyecto, por bonito que parezca, hay que poner mucha carne en el asador. Ycomo dice Eugenio Bermejo: esto no es para ganar dinero, sino para gastarlo. ¡Oportunistas fuera! Y, como siempre, por amor al arte.

Dicho de una manera más relajada, queremos que todos aquellos hoteleros que sientan de una manera genuina amor por el arte -pintura, escultura, danza, video-arte- nos contacten y se sumen a esta propuesta. Intentaremos ajustarnos lo mejor posible a cada iniciativa, sobre todo intentando hacerla realidad desde la realidad de los propios hoteles adscritos a la red.

Exposiciones itinerantes, residencias de artistas, obras creadas para espacios concretos. Creación, divulgación, disfrute de unos pocos locos y… que vayan a más. Por cierto Fernando: esto del arte también tendrá un poco que ver con la “arquitectura de los sentidos”, ¿no? 

La búsqueda permanente de sensaciones, de lo esencial y excelente, puede tomar cuerpo en proyectos concretos como éste. Esperemos demostrar que sí, que podemos. 

Amaya Espinoza, pintora

Arquitectura para el arte

sábado, septiembre 27th, 2008

El viernes pasado almorcé en la galería de arte más cool de Santiago de Chile. Patricia Ready, su propietaria, ama la pintura y el conjunto de las artes plásticas que expone en su deslumbrante espacio de la avenida Vitacura. Y ha sido precisamente esa devoción sin cortapisa por la expresión sensual la que le ha aconsejado confiar el nuevo edificio a unos arquitectos jóvenes (Luis Izquierdo, Antonia Lehmann, Mauricio Léniz y Mirene Elton) que se han embarcado en un proyecto ilusionante, rupturista, innovador, elegante y decididamente social.

Porque la galería Patricia Ready regala al paseante un escenario arquitectónico único entre las reconocidas galerías de este mundo, todo en una plancha de hormigón en tres planos y abierta a la calle  (más…)

Hambre y sed de arte

sábado, agosto 9th, 2008

Qué puede esperarse de un hombre capaz de quedarse dos semanas mirando el cuadro de Rembrandt La novia judía (1667) con sólo un pedazo de pan para comer.

La novia judía, Rembrandt

Ejerce algo de fascinación en mí este óleo expuesto en el Rijksmuseum de Amsterdam, es cierto. Lo vi hace más de 15 años en un viaje de solaz a la capital holandesa, tras una semana de navegación en schooner por el Zuiderzee. Un hombre y una mujer vestidos con ropajes galantes del Antiguo Testamento centran la atención en un espacio oscuro. Él acomoda un brazo sobre el hombro de la mujer y toca con la otra mano su pecho. Ella roza delicadamente con la yema de sus dedos la mano del hombre. Ambos miran erráticos hacia dos esquinas opuestas absortos en sus pensamientos. ¿Es el padre de la novia, como creyó el coleccionista de arte Van der Hoop, en actitud de colgarle una cadena con ocasión de su boda? ¿Acaso una pareja de enamorados pese a la diferencia de edad entre ambos? Nada se sabe de este lienzo. Rembrandt se llevó la respuesta a la tumba.

Creo que todos deberíamos que admirar sus próximas adquisiciones de muebles y pinturas en el Convento de San Benito. Como aquel hombre arrobado por la belleza de La novia judía, de quien sólo podía esperarse una locura: Vincent van Gogh.

Fernando Gallardo