Carmen miró por el ojo de la cerradura. Era un paso difícil. Había que abrir la puerta y entrar en el país de los sueños. Carmen no solo lo dio, sino que además construyó un castillo donde alojar a los amigos. La reina del castillo no podía cortar cabezas. Mejor usarla junto con los sentidos para materializar los sueños. En este reino del Holos, las experiencias se sucederán. Sevilla es el laboratorio perfecto. La tradición no es un ancla, es un viento que nos impulsa para soñar. Hoy, en este pase de mantillas, lo demostramos. Los amigos del Holos (Larton, Inma Barbadillo del Grupo Abades, La Nao de China, Artesanía Textil, Consorcio de Jabugo, Cruzcampo, Javier de Numérica Fotógrafos, Eduardo de Tribeca, Cava Raventos) se unen y les ofrecen este guiño lleno de luz, color, sonido y sensualidad, las armas y el alma de Sevilla. Les invito a que formen parte del Holos. Que sueñen y que compartan conmigo sus sueños para construir desde Sevilla, un país de las maravillas.
Así presentaba Manuel, de la Nao de China, a Carmen Ortega y la velada Los Elefantes se visten de Mantilla en el hotel Holos de Sevilla este pasado miércoles. Y así de fuerte, alegre, visionaria ha vuelto Carmen desde las jornadas de Jávea donde tuve la suerte de conocerla. Hemos bromeado mucho sobre qué es lo que hemos sacado en claro de esas jornadas: trabajar, trabajar, trabajar Evidentemente hay mucho más aún, pero el evento del Holos daba directamente en la diana de lo que se habló en aquellas reuniones: creatividad, esfuerzo, generosidad, arte, esmero personal Todo estuvo presente el miércoles, además de una cuidada promoción a nivel local: las fuerzas vivas de la ciudad estaban allí.
Esta es la crónica del evento en la prensa sevillana: En un escenario tan vanguardista como el hotel Holos, situado en el corazón del Heliópolis, se ha celebrado un original pase de mantillas, preludio de la Semana Santa que comienza.
Siete jóvenes modelos, estudiantes del Conservatorio, desfilaron en una pasarela improvisada en los jardines del hotel ataviadas con mantillas, cuatro de ellas cedidas por Artesanía Textil y tres pertenecientes a la familia de la propietaria del Holos, Carmen Ortega, una de las cuales, de color hueso, perteneció a Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, y fue adquirida por el abuelo de Carmen, anticuario, en París. No dejaron indiferente ni el decorado, adornado con claveles por la Nao de China, ni la puesta en escena, con una sensual coreografía acompañada por la guitarra de Jorge Mateos.
Todo esto orquestado con infinita simpatía, impecable organización y maravillosa puesta en escena por Carmen, que ya está preparando otra para San Juan.
Amaya Espinoza, pintora y directora de la red de Hoteles del Arte