Anoche me reuní en el restaurante Jofré, de Santiago, con los partícipes del Taller de los Sentidos que se creó en agosto pasado en Valparaíso. Hubo buen ambiente y ganas entre los que asistieron de continuar con las reuniones periódicas, quizá por la confianza que otorga el perseguir un proyecto y entretenerse con el desarrollo de una idea. Patricia Ojeda hizo una reflexión sobre el ensimismamiento que provoca explorar los sentidos e inyectarlos en la mente hasta que ésta desaparezca, o tener la percepción de que ésta se diluye en el espacio. En ese instante, a través de los sentidos, uno mismo se adentra misteriosamente en la profundidad del ser. Todo lo que existe es en uno, y nada en el exterior lo altera. En el despojo de lo circunstancial sobrevive, triunfante, lo esencial.
Otra aportación interesante fue la que hizo Rodrigo Asencio, que ha prometido volcar en el Foro los datos que posee sobre la situación inmobiliaria y hotelera en Valparaíso. En esencia, que apenas se contabilizan 500 camas en toda la ciudad y que a veces coinciden en el mismo día unos 7.000 congresistas. El puerto atrae por ser base de cruceros turísticos por todo el litoral Pacífico y la ciudad por su marcado carácter patrimonial. Por supuesto, además de la falta de camas existe una notoria carencia de servicios que, en el sector hotelero, afecta desde la restauración hasta el lavado y planchado de la lencería.
Mireya Danilo e Isabel Soto han entrado ya en contacto con arquitectos de Buenos Aires a fin de programar para el año que viene un nuevo encuentro internacional sobre la Arquitectura de los Sentidos. Hemos de dar aún mucho juego en toda América Latina. El idioma común facilita las cosas, pero no sólo es eso. El subcontinente americano está saliendo bastante indemne de esta crisis financiera mundial. Evidentemente, el fuerte de estos países no son los capitales, sino los bienes tangibles. Y quiero recordar que el panorama actual es crítico con el capital financiero, no con el productivo por ahora. Lidiamos hoy ante un problema de nuevo cuño: la crisis de los ricos. La crisis de los que tienen hipotecado su patrimonio. Por eso confiamos todos en el Cono Sur (habrá que santiguarse ).
Volviendo al tema de la reunión, y enlazando con los objetivos perfilados en la cita anterior, se acordó por parte de los asistentes actuar con los tiempos posibles del colectivo para construir un camino más seguro y real y generar grupos de intereses que vayan develando y decantando los espacios de participación y desarrollo posibles. Por ahora, en lo conceptual-teórico, en lo vivencial-experiencial y en otras posibles vías.
Respecto a lo primero, se trata de profundizar en aproximaciones teóricas y conceptuales relativas a la Arquitectura de los Sentidos. Romina Rojo aportó en la reunión de septiembre los contenidos en power point de un arquitecto colombiano que ha desarrollado el tema de los sentidos. En este contexto se intentará trabajar por ahora con el grupo reducido actual, aunque estén previstos en el futuro el montaje de algunos grupos de discusión con apertura a otras disciplinas y quehaceres ligados que estén en búsquedas similares, ampliando y enriqueciendo el espectro.
Respecto a lo segundo, lo vivencial-experiencial, se planteó la posibilidad de un camino vivencial de generación de experiencias, poniéndose como ejemplo por parte de Felipe Salgado una actividad con tinas calientes (bañeras, onsen ) en la nieve.
Las reuniones de este colectivo han sido programadas a partir de ahora para que se celebren todos los segundos miércoles de cada mes. Seguiremos la evolución de los debates y trabajos desde el lugar en que nos encontremos en cada momento.
Fernando Gallardo