Suprimidas las licencias de apertura

semaforoA partir de diciembre queda suprimida en la Unión Europea la obligatoriedad de tener que depender de una licencia para abrir un hotel. La nueva directiva de servicios impone el sentido común en un aspecto que hasta ahora limitaba la libre iniciativa empresarial o el derecho de los ciudadanos a emprender una actividad sin pedir permiso al funcionario de turno. A falta ahora de que las Comunidades Autónomas transpongan la norma, el anuncio de esta nueva directiva significa un avance en las libertades del individuo y una mayor agilidad en la creación de empresas hoteleras.

La Directiva 2006/123/CE de Servicios en el Mercado Interior (también llamada Directiva Bolkenstein) se engloba en el proceso de reformas económicas del Consejo Europeo de Lisboa, cuyo propósito es lograr una Unión Europea más competitiva. Su gran aportación a la Europa de los ciudadanos es la libertad de establecimiento, con la que queda garantizada la libre circulación de los servicios. A tal fin, la Directiva suprime la carga intervencionista del Estado que suponía la potestad indiscutible de exigir la autorización previa de la Administración pública para iniciar una actividad de servicios turísticos, que ahora no precisa más que una simple declaración de inicio de actividad.

El objetivo de dicha Directiva es la creación de un marco jurídico que garantice la libertad de establecimiento y la circulación de los servicios, mientras prohíbe a los estados miembros de la Unión Europea –ya era hora– cualquier impedimento legal para abrir un hotel, por ejemplo. De acuerdo con lo dispuesto en la Directiva, únicamente deberán contar con autorización previa al inicio de la actividad los complejos turísticos, la prestación de servicios de turismo activo, el ejercicio de la profesión de guía de turismo y la apertura de alojamientos turísticos al aire libre ubicados en terrenos que se encuentren en situación de suelo rural. La razón de estas excepciones estriba en razones de interés general, como la seguridad pública, protección civil, salud pública, protección del medio ambiente y conservación del patrimonio cultural, entre otras.

Hoteles, apartamentos, agencias de viajes, alojamientos al aire libre que no estén en suelo rural, viviendas de turismo rural, restaurantes, cafeterías, albergues y refugios pertenecen al régimen general que, a partir de diciembre, requerirán una comunicación previa de que abren y punto. El único control que ejercerá la Administración sobre ellos es esa simple comprobación documental. Asimismo queda eliminada la obligación de exponer los precios en tablilla, un esfuerzo que se juzga ahora innecesario para las empresas y dificultoso para los servicios administrativos, sin que redunde en mayor protección de los derechos de los turistas.

Finalmente, la Directiva contempla la creación de una ventanilla única con todos los procedimientos y trámites legales en soporte digital.

Ya iba siendo hora. Siempre hemos sostenido aquí que la petulancia del Estado en santiguar u obstaculizar el derecho de sus ciudadanos a trabajar y emprender cuanto les viniera en gana habría contribuido al déficit de productividad que hoy padece España.

Fernando Gallardo (@fgallardo)

7 Responses to “Suprimidas las licencias de apertura”

  1. Bienvenido sea.

    El mercado está demostrando desde hace mucho tiempo ser mucho más dinámico que la «norma», saliéndose por todos los resquicios que puede pero con las limitaciones y riesgos que la «norma» impone.

    A ver si, de paso, la trasposición de la Directiva también se lleva por delante esos Decretos autonómicos que imponen qué importe se puede cobrar a un cliente cuando hace una reserva online o qué penalización puede aplicarse cuando el cliente no se presenta o anula la reserva, impidiendo el libre pacto entre las partes. Creo que apenas nadie los tiene en cuenta, ni siquiera establecimientos que dependen de la misma administración garante de esa «norma», pero no deja de ser una espada de Damocles que en cualquier momento puede hacer pupa.

    Y luego, a por las categorías. Como dice un hotelero amigo, «yo estrellas tengo muchas, cada noche, sobre mi hotel».

  2. Me alegro un montón,

    a nosotros ya no nos afectará pero conozco varios proyectos en la Comarca del Matarraña que podrán librarse del yugo de una administración comarcal a la que lo único que le preocupa es el cumplimiento de una norma, sea absurda o no. Simplemente hay que cumplirla, sin posibilidad a interpretarla, a matizarla y siguiendo todos y cada uno de los pasos que la propia norma marca. Hasta que no tienes este papelito no puedes empezar con esta otra parte del proceso. Como meros estudiantes de párvulos donde uno no se pregunta el porqué de las cosas, sólo obedece.

    A partir de diciembre creo que todos seremos un poco más libres y eso bien merece una celebración……. y mayor participación en las elecciones europeas ya que como se ve, Europa sirve para mucho.

  3. Hasta lo que yo he entendido la normativa hay que seguir respetándola, la diferencia es que la revisión de los inspectores será posterior y no habrá que esperar a que pasen antes para poder abrir… No?

    Tan solo cambia el orden de las cosas. Vamos, que todo sigue igual…

  4. No. Todo no seguirá como hasta ahora. A partir de diciembre, los hoteles no deberán esperar una licencia de apertura para empezar a generar ingresos. Si los inspectores deciden que no cumple con la normativa turística, el hotel podrá entablar un contencioso con la Administración turística (la menos avezada de las administraciones…) que puede durar años, a poco que se sepa pleitear en justicia.

    Durante este proceso, la Unión Europea emitirá probablemente otra Directiva (se está trabajando en ello) que eliminará la propia normativa turística, y así el hotel quedará liberado de las cargas del proceso. Al final, el hotel se equipará a las zapaterías o verdulerías, que no han estado nunca sometidas a una normativa propia de zapateros ni de verduleros.

    Entonces será más fácil contar las estrellas del cielo sin confundir peras y manzanas.

  5. Disculpad mi supina ignorancia, ya que soy un novato en la materia.

    Lo he consultado con técnico municipal y arquitecto técnico, que a parte de desconocer el acontecimiento, no acababan de creérselo.

    La licencia de apertura no es lo que te da el ayuntamiento después de solicitar el informe de no incompatibilidad urbanística y solicitar posteriormente la «licencia ambiental»( o algo así ) o licencia de apertura presentando el proyecto técnico?.

    La normativa turística no es lo que pide la administración autonómica, central, nacional o supranacional, o todas juntas, para poder catalogar y baremar «el grado de estrellas»?.

    Y digo yo, no será que, todo siga igual ( a nivel de proyectos, informes,…) y que la diferencia, como dice Jose Antonio Higueras es que no te tienes que esperar a que el técnico municipal ( por buscar un cabeza de turco para poder insultar posteriormente ) o técnicamente, el ayuntamiento, te de la licencia de apertura? y por tanto puedes abrir cuando tienes contratado el agua, la luz y el teléfono.

    Porque digo yo, que hace falta un proyecto del litricista para pasarlo por industria, un proyecto de seguridad,…. y otros según comunidades ( seguramente ).

    Respecto a lo de las estrellas ( y barras ) y la normativa turistica.
    Es tan bueno que desaparezca la normativa turística? ni siquiera como información al futuro huésped de lo que se puede encontrar al llegar?

    Ya se que el sistema de estrellas no refleja siempre, o casi nunca, «la realidad» de los hoteles existentes; en USA utilizan palabras que describen el ambiente ( familias, comfort, lujo, conveniencia ( ocasional )..), pero creo que debe haber algo que informe al viajero.

    Buenos y felices días

  6. En mi modesta opinión, creo existe normativa suficiente y buena de cómo hacer las cosas bien y seguras. Existen muy buenos profesionales que conocen la normativa y están controlados, Arquitectos, Aparejadores que hacen buenos proyectos, buenos profesionales que ejecutan bien los proyectos, electricistas, constructores, pintores, decoradores, etc . y por supuesto existen buenos empresarios que saben, quieren y arriesgan por una idea para sus clientes y procuran hacerlo bien si quieren tener clientes. Que sobra entonces? . Sobra papeleo, los que dicen quizás, vuelva mañana, pase por aquella ventanilla, presente «tropecientas» fotocopias de datos que ya están a su alcance a través de los Registros Mercantiles y de La Propiedad, los que «aburren» con la petición de mas papeles, que hacen que se alargue indefinida y arbitrariamente el inicio de cualquier actividad, por muy “inocua” que sea, no digamos si estas incluido en “actividades, molestas, insalubres y peligrosas” como por ejemplo un hotel. A esto se le llama burocracia, que quita las ganas y las ilusiones al más templado.
    Quien debe calificar entonces? Es evidente, los usuarios y los profesionales, son los que realmente saben lo que sienten cuando se alojan en un hotel. Creo que hay información más que suficiente, prescriptores, guías, portales, blog, web, prensa escrita, digital, on-line, que tienen las opiniones de viajeros y profesionales que califican y clasifican, por lo que el cliente puede estar informado perfectamente si así lo desea. También existen quienes garantizan los derechos del viajero, organizaciones de consumo, tribunales de Justicia, de arbitraje, etc, etc.
    Yo como viajero, no recuerdo haber utilizado nunca las guías clasificatorias de Administraciones en general, para seleccionar el hotel donde me alojaría, fue cuando se editó la Guía “Pequeños Hoteles con Encanto” que empecé a tener la seguridad que aquellos hoteles que aparecían, merecían la pena visitar, porque alguien antes que yo, los había visitado y dejado su opinión de lo que pensaba, así conocí muchos pequeños hoteles que hicieron que con mi pareja y con mis hijos, pasáramos momentos inolvidables, nunca los hubiéramos descubierto con la “Guía Oficial”.

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