Habría preferido escuchar el Formentera Ladies, de King Crimson, pero la indiscutida canción de este verano 2009 es Summercat, de la banda sueca Billie The Vision and The Dancers. Sí, sí, es el gig acústico que acompaña la peripecia de tres jóvenes en la isla de Formentera, nudo argumental del anuncio de Estrella Damm. Y va a hacer historia, ya lo creo. Lo pegadizo del estribillo y el paisaje insular de esta preciosa isla mediterránea justifica el eslógan subliminal del spot: Lo bueno nunca acaba si hay algo que te lo recuerda.
El video musical 3:40 minutos de duración patrocinado por la popular compañía cervecera y diseñado por Villarrosàs para televisión, radio e Internet contabiliza ya más de un millón de visitas en Youtube Jaume Alemany, director de marketing del grupo Damm, declara eufórico que el posicionamiento logrado por la marca de cervezas va mucho más allá del verano, la playa y el sol, pues hace referencia a otra manera de vivir que sólo podemos encontrar en Formentera. Por lo que indica el tracking, Damm ha alcanzado con este anuncio los mejores niveles de conocimiento espontáneo y de imagen de los últimos años.
Nadie olvidará que algo semejante aconteció en Nueva Zelanda con la película El Señor de los Anillos, cuyo éxito en taquilla proporcionó más hondura turística que todas las campañas publicitarias organizadas por los estamentos oficiales de ese país austral. Dicho de otro modo, el consuetudinario formato de promoción turística financiado por las autoridades turísticas no sirve de nada comparado con la casuística de un spot cervecero, una película, un buen libro como el Ulises, de James Joyce, o un best seller como El Código da Vinci, que ha incrementado notablemente el deseo de viajar a París.
Lo reconoce el propio Consell Insular de Formentera: el turismo hacia la isla ha despuntado incluso en plena crisis y eso que el anuncio no le costó un solo euro a la institución. Su jefe de promoción turística se vanagloria incluso de haberle rebajado a la productora los cánones y tasas municipales para rodar a cambio de fiscalizar el story-board Tan pancho. Y tan agudo como aquel productor de la EMI que no contrató a los Beatles porque aseguraba que la era de los grupos musicales de a cuatro se había terminado.
¿Por qué les sufragamos con nuestros impuestos tales desatinos? La mejor promoción de un destino turístico es la que no existe. Sonará a boutade, pero la gran boutade es destinar ahora 50.000 euros en una campaña que percutirá los medios con esa canción sueca. Porque no es ninguna pensar que la mejor iniciativa de promoción turística por la parte de nuestros servidores públicos es barrer de obstáculos la vía de la creatividad. Y por parte de la iniciativa privada, tocarle a la gente corriente la fibra sensible de sus emociones, como ese viaje a través de Formentera por el amor y el sabor- de una simple cerveza.
Es lo que venimos promoviendo en este Foro, el turismo experiencial, la hotelería de los sentidos, la chispa de la vida. Esa certeza de que lo bueno nunca acaba si hay algo que te lo recuerda.
Pero para eso nos tienen que despejar el camino sus señorías.
Fernando Gallardo (@fgallardo)
¿Y no será esa manera de hacer marketing la no-promoción turística?
Dicen que en este país lo que no ha hecho el pueblo está todavía por hacer. ¿De qué nos asustamos entonces?
Al final, y por encima de todo, las sensaciones siguen siendo las que mueven el mundo. La esencia del hombre sigue siendo la libertad y todo aquello que, no por impuesto, nos gusta, triunfa. Campañas como esta o el inesperado éxito de Susan Boyle, demuestran que todo aquello artificialmente impuesto por los especialistas en marketing (con todos mis respetos) tiene poco que hacer frente a lo que el corazón y los sentidos nos dicen.
Sobre todo, lo que nos dicta el corazón: muy frío es el marketing a veces, ciertamente. En cambio, la pasión sí nos suele mover siempre….