Espíritu de Jávea, ¿dónde estás?

Tengo la sensación de que el espíritu de Jávea está todavía poco definido (los espíritus, por su naturaleza, se resisten a una descripción precisa). Indudablemente en El Rodat hubo buenas sensaciones y una cierta euforia colectiva, pero el poco tiempo disponible no fue suficiente para conocernos entre todos y crear un núcleo mínimo donde definir criterios y afrontar acciones comunes.

Para los que somos novatos en la hostelería nos parecía, y sigue pareciendo, una gran oportunidad de encontrar en las palabras y experiencias de los otros el origen de una o varias fórmulas para salir potenciados de la crisis (muy acertadamente los chinos, que ven el mundo en un formato, digamos, complementario, definen crisis con dos caracteres que se pueden traducir como peligro + oportunidad: 危机, wēijī).

También era muy gratificante sentirse parte de un grupo, incluso de una cierta élite, con inquietudes y problemas similares y que parece haber demostrado la intención de avanzar hacia una hostelería de auténtica calidad y de mucha calidez. Aunque en el foro se han hecho propuestas más o menos concretas para desarrollar acciones conjuntas, no han tenido el suficiente atractivo para concitar apoyos y ahora están perdidas en los gigantescos almacenes de palabras en que, indefectiblemente, se van convirtiendo los blogs. La distancia y la soledad es otro de los sentimientos contra los que tenemos que luchar. Como marinos varados en tierra, capitaneamos naves muy diferentes, con distintas esloras, tripulaciones poco homogéneas y velamen dispar, pero parece que el viento dominante nos dirige hacia el ojo del huracán y tenemos que localizar puertos seguros donde reponer fuerzas para esta singladura.

Sin embargo creo que hay suficientes bahías protegidas para todos; además somos barcos ligeros, maniobrables y de poco calado, lo que nos permitirá reorientar nuestra proa, sin tanto esfuerzo como otros, a la zona más guarecida y evitar embarrancar a las primeras de cambio. Aunque parece difícil un abordaje/competencia entre nosotros, tengo la sensación de que no hay mucha ilusión por navegar juntos (aunque no revueltos) en ese bloque-lobby que se comenta.

Es cierto que Facebook, los correos, el móvil, etc, permiten una comunicación más o menos fluida. Pero también lo es el hecho de que no seamos nativos de Internet y nos resulta difícil, todavía, unir voluntades para desarrollar acciones en red, sin un director/jefe y sin escalas jerárquicas que nos obliguen/condicionen para hacer operativas las propuestas que se puedan proponer/consensuar; no estamos sentados en una sala de reuniones y no pertenecemos a ningún grupo formalmente definido.

Indudablemente necesitaremos aprender protocolos de actuación para reunirnos virtualmente y conseguir una operatividad similar a la del mundo real. La rapidez para desarrollar sugerencias y tomar decisiones se convierte en un atractivo añadido y el retorno de la información para verificar el porcentaje de éxito de las medidas tomadas, una maravillosa ayuda. De manera voluntaria estaremos definiendo un lugar común, un pueblo virtual (la aldea global), donde ya tenemos un bar en el que reunirnos a charlar y a tomar café (este foro), pero también debemos crear un Ayuntamiento donde nos auto-convoquemos para decidir si asfaltamos o no la plaza del pueblo (o si desarrollamos una novedosa estrategia común para el check-in o el check-out).

Resulta fascinante que todas estas nuevas herramientas de comunicación estén a nuestra disposición y podamos ser auténticos pioneros en relaciones virtuales. Sobre todo, si las utilizamos.

Nacho Latorre, hotel Valle de Oca

2 Responses to “Espíritu de Jávea, ¿dónde estás?”

  1. Ahí tienes el «Webinario» propuesto por Fernando para empezar a coordinarse. ¿Os habíais puesto de acuerdo para ambas publicaciones?

  2. Creo que las cosas, todas, llevan su tiempo y el punto en donde estamos y al que hemos llegado ha tomado también su tiempo. Pero es bueno reconocer como dice Nacho, que este es solo un punto y que necesita otros puntos suspensivos , si no queremos que se quede en un punto final para todos, o en un punto y seguido (seguir en lo mismo) para cada uno.
    Es verdad que hace falta un líder o un alcalde que convoque a los ciudadanos y anime la vida social, de momento ese liderato natural recae en Fernando y mientras siga demostrando que tiene energía, ganas , ideas etc, y seguirá siendo para ocupar ese lugar necesario.
    Pero en un Ayuntamiento, no sólo esta el alcalde, sino los tenientes de Alcalde, los concejales etc que tambien proponen desde diferentes puntos de vista acciones y formas de conducta para el municipio del que son responsables. Hagamos nosotros lo mismo y trabajemos juntos en la alcaldía.

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