Antes de la peluca y la casaca
fueron los ríos, los ríos arteriales:
fueron las cordilleras, en cuya onda raída
el cóndor o la nieve parecían inmóviles:
fue la humedad y la espesura, el trueno
sin nombre todavía, las pampas planetarias.
Antes de la arquitectura fue el lugar, el centro desde la periferia, los ángulos obtusos y la vibración de la atmósfera respirable. Antes de la nada, el vacío, el éxtasis, el argumento. La emoción y la palabra. El tiempo sin nombre y sin números desde los altares impregnados de nuestros dioses.
Antes de la arquitectura fue un darse la vuelta y mirar de otro modo Es lo que vamos a hacer en el desempeño de esta atónita creación que será el Hotel de los Sentidos, en Valparaíso. Y lo digo con el verso épico del Canto General porque el poeta, Neruda, me inspiró todo lo que poseo de América en su casa maldita de Isla Negra, a través de una larga conversación que sostuve con su última esposa, Matilde Urrutia, en el verano de 1980.
Qué hacer antes de la arquitectura es lo que todo promotor hotelero y todo arquitecto, por supuesto, debería plantearse en su proyecto. Qué hacer y nadie hace. Qué mirar y nadie mira. En qué inspirarse para encontrar ese geniecillo del lugar que nadie busca porque el negocio urge enjaezarse de pelucas y casacas.
Y luego pasa lo que pasa. Que las casas parecen barcos con un ojo de buey sin horizonte. Estamos demasiado acostumbrados a proyectos cojos o desvariados o insípidos o, en el mayor de los casos, seriados.
El Hotel de los Sentidos no nacerá así. Quizá resulte excéntrico, incomprensible, indeterminable. Pero habrá germinado tras un darse la vuelta y mirar con otros ojos. Es la decisión tomada, con buen sentido, por los arquitectos integrantes del Colectivo Valparaíso que acometen estos días el proyecto liderado por un grupo de inversores españoles de diseñar un hotel experimental frente al océano Pacífico, en la bahía de Valparaíso.
Reunidos esta semana, los arquitectos pretenden explorar el paisaje de los sentidos para conectarse entre sí en un proceso colectivo de creación arquitectónica y, desde un nivel más profundo, abrir a los demás su espacio individual de percepción. Antes de la arquitectura, estos creadores se proponen gestionar cinco experiencias de observación en grupo:
1.- de arquitectura plena, con una visita al monasterio benedictino de Santiago un domingo a las 7am y asistir a la misa del alba, concelebrada por los monjes con cantos gregorianos.
2.- de marea de vida palpitante, con una visita a la Vega Central un día de semana en la mañana.
3.- de apertura de piel, con la visita al spa multisensorial de Kutralco, que acredita una buena arquitectura espiritual.
4.- de placer culinario, con una cata en la Escuela de los Sentidos y una probable cena en el restaurante experimental santiaguino Boragó.
5.- de trascendencia y de mirar las cosas con otros ojos, con una visita nocturna al Cementerio General de Santiago.
Y como no hay una sin dos, me pregunto cuál de los hoteles suscritos a este Foro realizó una introspección antes de la arquitectura en su inicio de emprendimiento.
¿Habrá quien responda?
Fernando Gallardo
Estimado Fernando, con esta forma de hacer, estoy seguro que el hotel de los sentidos, sera único, como lo es La Ruina Habitada, sera una creación, pensada, fruto de la experiencia previa de los sentidos. Por supuesto, este es el camino.
Respecto a tu pregunta, creo ya la conteste en La Ruina Habitada, si pudiera hacer de nuevo el hotel, lo haría en el mismo sitio, pero de distinta forma, lo nuestro respecto a La Quintana, fue un flechazo, buscábamos un lugar con pasado, con espíritu y con vivencias, tranquilo y rodeado de naturaleza, de vida sencilla, un lugar que pudiéramos, readaptar al disfrute de los huéspedes actuales, y también nuestro, pero conservando el espíritu que tenia. Lo encontramos y nos enamoramos de ese lugar, a primera vista, era el sitio, tenia espíritu, tenia encanto. No pudimos tener en cuenta, las experiencias previas,a las que te refieres, por que sencillamente, desconocíamos como hacerlo.
Eso sí, lo que no ha fallado un ápice, es nuestra entrega total, para hacer de La Quintana, un lugar especial, para acoger a nuestros huéspedes. Suerte en la experiencia.
Con respecto a la visita al cementerio, casualmente en estos momentos estoy en Ferrara (Italia), en una feria internacional de restauración. Soy el encargado de diseñar y montar el stand del gobierno regional de la comunidad de Castilla y León. Acostumbro desde hace unos cuantos años a venir en peregrinación a la que se considera la mejor feria de restauración monumental del mundo, en la cual participo de forma activa. Una de esas formas de participación colectiva es acudir al cementerio de la ciudad, construido sobre una antigua cartuja. La tipología edificatoria de las cartujas es objeto de estudio: los enterramientos y nichos ocupan la totalidad de los patios, claustros y construcciones aledañas, y con el tiempo todos los muros se han visto horadados por nichos y hornacinas… Es realmente fascinante ver cómo una ruina noble es fagocitada por la ruina humana que somos. Los enterramientos provocan que la tierra se mueva, abombándose. Los aplacados de la pared se deforman. El edificio, muerto como tal, cobra una nueva vida con la muerte del hombre. Sí, es un sitio que me cautiva y que no puedo dejar de visitar. Desde la distancia me uno a vosotros en esa experiencia de perderse en el otro lado de la vida.
Sic transit gloria mundi.
Jolin, Fernando cada vez nos lo pones más difícil, los españoles somos impulsivos y eso nos puede, tiene sus ventajas, sabeis por qué la última Conferencia de Paz se celebró en Madrid? pues porque España era el único país capaz de organizarlo todo en tres meses. Siempre me he preguntado como se puede hacer un hotel con una inversion millonaria para después vender las habitaciones con un Bancotel ú ofertando pensiones completas a 23 euros y alguno hasta me lo ha intentado explicar. El ejercicio que tú nos propones es un ejercicio de sentido común, lo demás es impulso, una veces aciertas, otras te equivocas, en mí opinión más lo segundo que lo primero. Menos mal que yo no soy propietario, pero es para sonrojarse. Quizás cuando el Hotel de los Sentidos esté terminado, alquien se preguntará como han conseguido hacer algo tan bien pensado. La respuesta que yo le daría, sería: Con sentido común, amigo mio!
Estimado Fernando,cuando te planteas hacer un hotel de campo de nueva planta en terrenos rústicos,y la normatíva autonómica en materia de Turismo por un lado,y de Urbanismo y Ordenación del Territorio por otro te impiden realizarlo en esos terrenos que tu pensabas que eran los idóneos;cuando te obligan a hacerlo en una edificación ya existente,como ampliación y reforma de la misma.Cuando esa misma normatíva te obliga a que mantengas la tipología «típica» de la zona,y como promotor quieres hacer algo diferente, y te la juegas, a pesar de mantener la antigua fachada y el ojo de buey,y el Inspector de Turismo no te concede el permiso de apertura por que «las edificaciones son muy modernas y no son las típicas» sic..
Cuando quieres hacer unos baños diferentes,y sacas las bañeras y duchas de un recinto cerrado y las incorporas a la decoración general de la habitación,y te la vuelves a jugar por que la Administración dice que el recinto que queda con el inodoro y el bidé,no cumple con los m2 necesarios de un baño.
Cuando todo esto sucede y mas,como decimos en mi tierra:»se estrellan los talentos»
Pues si, muchachos, con toda seguridad que nuestro Hotel de Los Sentidos no se venderá ni por Bancotel , ni por una Central de Reservas standard, pues habrá que merecer la estancia o el paso por la misma, y serán los clientes iniciales los que viralmente infectarán a sus «semejantes» vía red social actual o fenómeno comunicional futuro que se está aun engendrando.
Será un poco como ir al cielo despué de peregrinar por no se sabe cuantos purgatorios hoteleros y algún que otro infierno accidental.
Yo tampoco soy hotelero, pero por mi trayectoria he transitado por infinidad de ellos en mas de 60 paises y la verdad es que a veces se te acaban cayendo encima las paredes de la habitaión en cuanto te descuides intentando tomar una minibotella en el minibar del mini pasillo del mini aposento.
En el ejercicio de Javea, el hotel de mi grupo la «rueda de bicicleta», si estaba pensado antes de construirse. Esta puesta primero la necesidad y el feeling a ofrecer al cliente, y a partir de ahí, paso a los arquitectos….!!
La rueda dejada reposar en la ladera de un valle nontañoso, para «no molestar», representa el descando de cualquier persona que está rodando en este mundo de manera real o figurada y que nescita sentarse en ella para observar la naturaleza y preguntarse de donde viene y adonde va.
La rueda de «2001 una odisea en el espacio», obedecía también a esa necesidad del hombre de buscar sus origenes y su futuro, bien en silencio, bien arropado por alguno de los arquitectos musicales de este planeta como Johan Straus.
Soñar es gratis. La realidad cuesta. Así pintan las cosas en este mundo, estimado Esteban. Lo que nos cuentas del tipismo de opereta en que ha caído la arquitectura hotelera autonómica es algo muy sabido y debatido por los habitantes de este Foro de la Ruina. Por un lado, y salvo excepciones, los comisionados de urbanismo y los técnicos municipales jalean esta arquitectura de cartón piedra como fruto de su incapacidad intelectual, pues si fueran arquitectos notorios estarían subidos a bordo de un jet, como Norman Foster, en lugar de recibir la paga mensual de funcionarios. Por otro lado, qué cabe esperar de un gremio como el hotelero que, en cuanto aparece alguien con una tipología de alojamiento diferente, lo acusan enseguida de intrusismo.
Corporativos los unos, corporativos los otros. Y la casa sin barrer. Quizá algún día, los habitantes de este Foro se constituyan en lobby legal para forzar una nueva cultura administrativa que impida a un Inspector de Turismo dictaminar sobre el gusto arquitectónico, a un Director General de Turismo requerir esos artefactos de la era Pompadour (el bidé) en las habitaciones de un hotel o al Gobierno de turno establecer por inspiración testicular, que no divina, los metros cuadrados que definen a un cuarto de baño.
Ese día puede que los responsables del turismo se desempeñen en otros menesteres más innovadores que estrellarse con la clasificación hotelera. O simplemente que desaparezcan. No llueven del cielo. Son servidores a sueldo nuestro. Y puede que no los necesitemos.
¿O sí los necesitamos para tramitar subvenciones, promociones gratuitas y otras prebendas?
Canto el mea culpa, por que nosotros no hicimos una introspección previa a la arquitectura. Reconozco que este mundo lo he descubierto a posteriori y claro que habría hecho el Hotel de otra manera y seguro que en otro sitio. Da igual, a lo hecho pecho y por tanto trabajaremos para completar lo incompleto y limpiar el espacio de todo lo superfluo para adornarlo de sensaciones en lugar de cachibaches …
Obviando el hecho de que ciertas normativas debieran existir (aunque´ sólo fuesen las relacionadas con la seguridad de empleados y clientes), lo cierto es que las administraciones y sus normativas no ayudan, en general, al desarrollo de conceptos y estilos distintos. El miedo es paralizante a todos los niveles, y el miedo a lo desconocido da más miedo todavía.
Por eso ha sido tan fácil copiar el modelo de hotel de negocios de ciudad de AC, así no hay que inventarse nada nuevo, si ya está hecho y funciona, copiémoslo, así luego podemos competir todos a ver quien baja más el precio porque, como todos hemos hecho lo mismo, a ver quien es el listo que sabe diferenciarse del modelo original!
La idea que Fernando sugiere de convertiros en lobby vuelve a ser entonar el canto de trabajar unidos para el beneficio común de todos. La aplaudo y no os quepa duda de que me uniría a ella si llega a materializarse, aportando el granito de arena que pueda seros útil.
Afinamos mucho, señor Gallardo: me gusta lo que ha escrito y lo digo. Un lobby corporativo, no una crv, entiendo. Son cosas diferentes: no un Club de Calidad. Un Lobby tipo anglosajón, entiendo. Para que el político se de cuenta de las cosas, y sea político de veras. Para que el gestor del Club no sea tan empresario a su interés, sino al de todos. ¿Voy bien, no? Quizás la idea sea irrealizable, quizás no lo sea tanto…En todo caso, me gusta.La perspectiva, en todo caso, favorece la visión de las cosas. Es decir, algo representativo….sin representar a nadie en concreto. Me gusta, sí, me gusta….Felicidades. En todo caso, me brindo también a aportar un granito de fina arena mallorquina para levantar esa casa común del TRE, es decir Turismo Rural Español. Bueno, ahora sí: buenas tardes y hasta otra.