Este artículo ha surgido, como quien no quiere la cosa, en la barra de un bar en Aranjuez. No es que me inspirara precisamente su ambiente ruidoso y cargado de humo, pero sucedió como suelen ocurrir estos temas. Charlando una vez más sobre la recesión mundial en 2009 y cómo afectará a la hotelería en su conjunto. Nos fuimos a picar algo en una noche fría la propietaria del hotel El Cocherón 1919, Carmen Capuchino, y un servidor, bajo el astragamiento gastronómico propio de estas fechas. Y allí la atmósfera ponzoñosa nos hizo elucubrar no solamente sobre lo que nos esperaba en los próximos meses, sino de qué manera había que afrontar los acontecimientos que se vaticinan.
Los agoreros señalan que esta crisis va a ser la peor conocida jamás por la humanidad. Te lo dicen a la cara y luego se te sonríen con toda desfachatez. Claro que no se lo creen, pero les divierte comprobar el efecto de sus palabras en el rostro del interlocutor tal vez aterrado por los peores presagios. «Vamos de culo, ¡je, je!», espetan. Tal vez porque ninguno de ellos ha conocido una crisis como Dios manda. Les tendré que recordar que anoche vi atiborrados los bares y las salas de fiesta, que esta mañana la gasolina me costó un 40 por ciento menos que hace tres meses y que el banco me cobrará en la próxima revisión de la hipoteca un 30 por ciento por debajo de lo que me venía cobrando este último año.
Capuchino, que no es agorera ni mucho menos, sino una luchadora impenitente por su hotelito en el Real Sitio de Aranjuez, me confirmó que había cerrado 2008 con beneficios -como el banco Santander-, aunque con un 30 por ciento de ocupación menos. Ella, que es más joven que yo, no podía recordar los estragos de la crisis del 73, cuando el precio del petróleo se multiplicó por cinco en unos meses y la tasa de inflación superaba el 24 por ciento. ¿Qué significa esto?, le informé. Pues que el bajón crítico de la demanda se agravaba con una depreciación del ingreso producido en otro 24 por ciento, de modo que en 1973 ella habría perdido un 54 por ciento, que es la mitad de su facturación. Y prefiero no caer en la demagogia de recordar aquella crisis del 29 -que, evidentemente, no presencié- donde un dólar se pagaba a cinco millones de marcos alemanes, o al revés, y había gente que se tiraba de los balcones.
Que vamos abocados a una crisis de incalculable consecuencias por el momento es algo que nadie duda, pero no magnifiquemos la recesión porque haremos de ella un globo psicológico sin base económica real. Es pronto todavía para atarse los cinturones, y el propio Sarkozy recomendó a sus compatriotas que consumieran en estas navidades, que gastaran e invirtieran como medida de choque contra la crisis. Sus efectos serían positivos en lo económico y transmitiría optimismo en lo sentimental.
Así pues, más que exagerar sobre la que se nos viene encima, y seguir especulando con la economía, lo prudente es reflexionar sobre qué debemos hacer para prevenir la caída. Es un ejercicio que recomiendo a todo el mundo, empresarios y asalariados.
Qué se puede hacer para combatir la crisis…
A mi juicio, existen dos ideas básicas para navegar en este océano proceloso de 2009 sin que se produzca el naufragio hotelero. Una es incrementar la calidad de nuestro negocio, aprovechar las horas bajas para rearmarse e iluminar una batería de propuestas u ofertas imaginativas que se recuerden por su singularidad. Capuchino esta noche quiso rectificar el consejo: «he promocionado un puñado de ofertas que no han tenido resultado alguno», me señaló. Solo que ella no incluye en los resultados el efecto recordatorio que generan esas propuestas en la clientela objetivo para 2010 y 2011, cuando la crisis vaya remontando. Ella piensa, mejor dicho, pensaba, en el corto plazo. Y, claro, tenía razón. Pero los supervivientes a la crisis serán -porque lo han sido de las anteriores- quienes piensen y programen estrategias en el largo plazo. A quien no tenga esto claro le recomiendo la lectura de algún manual sobre Bolsa.
Y la otra idea que deseo transmitir es que se precisa aprovechar todos los ratos libres que nos provoca la caída de la demanda en estrechar el acercamiento con la clientela a través de las herramientas que hoy disponemos gracias a la informática. Me refiero a emprender una estrategia de red con los clientes actuales y probables. Una manera de gritar: ¡eh, que estoy aquí…! Y que estas personas que confían en nosotros porque nos vean en pleno parto de ideas, ofertas y propuestas imaginativas nos recompensen en el futuro cuando sus bolsillos vuelvan a recomponerse del roto que esta crisis les está provocando. ¿En quién iban a confiar mañana si no en nosotros, que hemos compartidos sus penas y sus alegrías, que hemos estado cerca de ellos cuando nos han necesitado. Sí, ya sé que lo llaman fidelizar a la clientela, pero yo prefiero emplearme con unos términos más poéticos. Me recordarán por eso, y no por mis conocimientos del benchmarking o la lectura del Peters.
No somos números. No somos letras. Somos alma y alguna otra razón que no es necesario desvelar aquí. Por eso convido a todos los foristas, que alcanzan ya los 500 asiduos diariamente a este foro, a expresar sus propuestas y compartirlas con los demás hoteleros con el objetivo de aliviar esta crisis. Y, quien sabe, si no a salir reforzados de ella.
He elaborado este cuestionario para que las propuestas queden ordenadas en un documento que será publicado dentro de unos días. Puede que nos sirva a todos.
Si tienes alguna idea que compartir con los demás y deseas saber también cómo les ha ido a todos este año, responde a este breve cuestionario.
Gracias en nombre de todos.
Fernando Gallardo
Me gustan las locomotoras con 50.000 caballos de potencia para lanzarse por la vía del AVE 2009. Vamos… a por ellos..!! (los clientes) , a por ellas..!! (las ideas).
Después de 15 días, perdido y desconectado, encuentro el foro muy animado, lo que resulta muy gratificante, me gustaría hacer comentarios en varios de los artículos publicados, pero no dispongo de tiempo, pero este articulo de Fernando Gallardo, me parece muy interesante, entre otras cosas por que trata sobre el futuro de muchas personas, que han tenido la ilusión y la capacidad de arriesgarlo todo, por llevar adelante, su sueño, su ilusión, me refiero a aquellos pequeños emprendedores, que han montado un pequeño hotel y que ahora se ven en una situación de zozobra, por el que pasara con esta crisis, esos pequeños emprendedores con alma y sentimientos, que han decidido cambiar de vida, emprender una nueva actividad, animo.
A este respecto, me gustaría dejar algunas frases e ideas que le puedan resultar de ayuda.
«La competencia es muy útil, me permite ayudar a mis clientes, a que me distingan de los demás.»
«Es mas importante la imanación que el conocimiento, mas poderosa que la fuerza del átomo y que todas las fuerzas del universo, es las fuerza de voluntad de un hombre (o mujer) determinado hacia sus sueños»
«En responsabilizar a los demás, de las cosas que pasan, es la clave del fracaso, para obtener éxito, la clave esta en la Pro-actividad»
«Pro-actividad= Asumir la responsabilidad de los resultados, analizar por que ocurrió, poner en marcha tu creatividad, tu fuerza de voluntad, tomar conciencia de la situación y tomar el control»
» El éxito de las personas, se debe en un 70% a la utilización de la Inteligencia Emocional y solamente en un 30% a la pericia (inteligencia + cocimiento)»
Estas son frases e ideas, sacadas de distintos cursos y libros de gestión dirección y motivación, que seguramente conocéis, pero que pude resultar interesante recordar, en estos momentos.
Muchas energías positivas, para todos en este 2009