Imaginemos que un hotel ubicado en la Ribera del Duero recibe a un grupo de viajeros procedentes del Priorato. Obsequiosamente les dispensa un buen trato, les ofrece sus mejores habitaciones y, para cenar, les agasaja con una botella de 7 Lunas, que es mi vino de diario favorito de las bodegas Campos Góticos. Hasta aquí, nada de extraordinario.
Imaginemos entonces que un hotel ubicado en el Priorato, con algunas de sus habitaciones vacías, pone el grito en el cielo por el hecho de que estas buenas gentes priorales se hayan ido de excursión por tierras castellanas en lugar de hospedarse cerca de casa. Y no contento su gerente o propietario con ello presenta una reclamación ante la autoridad competente para obligar a introducir en las adjudicaciones y concursos de instituciones y organismos autonómicos y locales un criterio corrector que prime a las empresas turísticas y agencias de la zona.
¿Insólito? Qué va Acaba de suceder y tiene todas las connotaciones de ese nacionalismo cerval que persigue a los ineptos para competir en los mercados globales. En un hervor patriótico de vieja hidalguía castellana, la presidenta de la Asociación de Agencias de Viajes Españolas AEDAVE en Castilla y León se ha quejado de que la Consejería de Cultura y Turismo haya contratado para un evento a una agencia no radicada en esta región. Mari Cruz Pérez Valdivieso, muy chovinista ella, exige que las empresas regionales puedan licitar con ventaja en los concursos oficiales, a pesar de que las leyes estén hechas para todos igual, como si la cosa no fuera con ella.
La broma trasciende lo cateto y se significa especialmente en un territorio supuestamente agraviado por los desplantes nacionalistas de esta España nuestra tan sufrida para algunos como sobrada para otros. Los hoteles castellanos y leoneses, más que ninguno otro, deberían responder con una llamada a la globalización e instar a la Administración autonómica a hacer oídos sordos ante la boutade de AEDAVE, no fuera a ser que los tarraconenses acordaran con la señora Pérez Valdivieso una prima por quedarse en casa y dejar a los hoteles de Castilla y León únicamente para los viajeros castellanos y leoneses. Otras campañas de estigmatización nacionalista ya hemos visto en tiempos no tan lejanos.
¿Qué tendrá la globalización para algunos que los incita a salir a la calle con boina?
Fernando Gallardo