Mucha trola

muchoviaje Es condición de cualquier observador… observar. Mirar lo que hay detrás de las cosas, más allá de lo simplemente aparente, en las bambalinas de lo publicitado. Y como observador turístico he recibido estos días una oferta publicitaria de la agencia muchoviaje.com en la que se me invita a adquirir un paquete de invierno Vallnord 2 Noches, con dos días de remontes y alojamiento en hotel por 77 euros.

¡Cáspita!, exclamé al leerlo, bien centrado, en mi pantalla 24”… Están que lo tiran en Andorra, pensé. Si el forfait esta temporada en Vallnord ya cuesta 36 euros, poco margen queda para cobrar la habitación de un hotel decente. Y seguí mirando por si el hotel fuera una cochambre. Por supuesto, la oferta estaba condicionada a los días 15, 22 y 29 de enero. En una parte del texto se especifica que las plazas están muy limitadas y que para garantizar la reserva se requiere comunicar por Internet los datos de la tarjeta de crédito.

Además de la información principal, en letra pequeña se incluyen unos párrafos dedicados a los suplementos de esquí confort para niños, los consabidos cursillos, etc. En un recuadro se indica en negrita el código de la oferta: 18079. Y, naturalmente, una pestaña que nos mete prisa: “Haz ya tu reserva”.

Bueno, hagámosla de inmediato. Escogemos la fecha del 29 de enero, una de las tres que se muestran. Al pinchar salta a otra página… y, ¿qué me encuentro? La misma cabecera de dos noches en Vallnord por 77 euros, pero en el cuerpo principal el hotel más barato (Erts, de tres estrellas) ya no cuesta 77 euros, sino 102 euros por persona. El precio me parece más razonable, claro, pero ¿y esos 77 euros? Yo quiero mi oferta, oiga. ¿A qué se refieren esos 77 euros que siguen en pantalla?

No soy un pardillo y sé muy que bien tal oferta era un engaño. Como la vida misma, Internet es también el escenario de engaños. Y todos aprendemos a convivir con ellos… los engaños normalizados. Para qué gastarse el importe de unas vacaciones en acudir a un abogado o ir a la oficina del defensor del consumidor. Siempre habrá una letra minuta que lo justifique todo, pensamos. No quiero ser el pardillo que me crea la letanía de las ofertas de viajes.

Lo que sí debería preocupar a los hoteleros que se mencionan en este engaño –o falsedad encubierta, o falta de claridad en la expresión de la oferta, o contumacia a la hora de divulgarla– es que a la vista de los viajeros, no solo muchoviaje.com genera dudas sobre sus ditirambos ofertones, sino también los propios hoteles que los secundan. Erts, Comapedrosa, Cervol, Crowne Plaza… ¿Qué hacen aquí estos dignos alojamientos dando soporte a estas indignas ofertas? 

Fernando Gallardo | Sígueme en Twitter @fgallardo Comparte este artículo

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