Lo he escrito anteriormente a esta encuesta. Hoy, salir a la calle es entrar en Facebook. El hotel que no tome conciencia de ello dejará de existir a no muy tardar, pues el fenómeno de la web 2.0 y las redes sociales trasciende su enunciado comunicativo al imponer en todos nosotros un lenguaje o un protocolo que son los que configuran el escenario turístico de estos días. Y no digamos el que se nos cierne en un futuro inmediato.
El viaje más apasionante es el del dedo sobre el mapa, solía repetir Ramón Gómez de la Serna, no sé si como proclama sedentaria o por lo que veía en su bola de cristal: un mundo cada vez más globalizado y susceptible de ser comprendido desde una óptica virtual. Enchufado al Google Earth uno se queda pensando si acaso hace falta más. Sí, por supuesto, queda Facebook, que es el patio en el que todo quisque se cita para cominear. O, acaso, la calle ancha por la que hay que circular para adquirir conciencia de que Google Earth habla no solo por medio de la cartografía vectorial, sino en boca de sus viandantes y viajeros. O sea, nosotros.
¿Estamos, pues, en la calle? ¿Quiénes? La gran mayoría de los foristas sí lo están, y mucho, a tenor de lo respondido en la encuesta anexa a este Foro. Es obvio que sus seguidores son, por lo general, hoteleros comprometidos con la innovación y el marketing online, del cual la calle Facebook es el mentidero público de ese boca/boca que todos quieren para sus negocios. Y yo sostengo, además, que es potencialmente el gran y más barato CRM hotelero de los próximos años.
El 52% de los encuestados ha confesado usar mucho el Facebook, por tan solo el 26% que lo usa poco y el 19% renuente a utilizarlo hasta la fecha. El 3% se lo anda pensando, lo que probablemente indica una aproximación a medio plazo.
Otro cantar es si la calle Facebook es transitable o algunos conducen con miedo y se montan en las aceras. Un grupo pequeño se muestra activo e inteligente en sus apariciones cotidianas, mientras que los más demasiados se dan a jalonar el asfalto con vallas publicitarias que provocan cansancio o aburrimiento en sus fans. A mí me recuerdan esos conocidos que te paran por la calle de a dos, con terno y corbata, mientras ejercitan su labia en la catequesis del diseño inteligente o el amor fraterno universal, por no citar a esos amigos de tus amigos que te franquean el paso para venderte un seguro de vida.
Facebook, como la calle misma, tiene de todo y para todos. Por eso, en este Foro, vamos a intentar articular un código de circulación que sirva para elevar la calidad urbana y hacer más fluido el tráfico hotelero. No se trata de que impongamos normas a las intervenciones hoteleras en Facebook, sino de extraer el mejor aprovechamiento a esta red social y pautar unas fructíferas relaciones entre el hotel y su clientela, objeto del encanto de la llamada web 2.0
Quien desee contribuir con sus ideas a establecer ese código hotelero en Facebook puede dejar su granito de arena en este documento.
Fernando Gallardo (@fgallardo)