Hoy el pequeño hotelero se ve forzado a ser un profesional de múltiples tareas que muchas veces no entiende demasiado. La mayoría de las veces se ve sobrepasado por tal cantidad de labores al frente del hotel que no sabe ni puede hacer bien, por falta de tiempo, la gestión de Internet. Al ver que alquilar un gestor y seguidor de contenidos en la Red le puede salir caro, acaba ejecutando él mismo dicha función. Los resultados son, por norma general, deficientes. Entonces el honrado propietario se da cuenta que quizás no sepa escuchar tanto como creía en un principio. Que cuando empieza a leer cosas que a priori llegan a ser lesivas para su negocio culpa el poco rigor de esa página, pero nunca la posible falta de rigor en el desempeño de su labor.
No tengo recetas mágicas, ni soluciones. Pero sí algo que la gente que me rodea me ha ayudado a potenciar, y es el saber escuchar. Escuchar, analizar, saber ver los problemas y hallar para cada uno de ellos tres soluciones antes de optar por una decisión final. Pensar, pensar y pensar. Esto es lo que planteo: el pensamiento como solución a parte de los problemas que todos tenemos como hoteleros. Porque saber escuchar puede ser parte del Clúster, que está a punto de ver la luz, incluso de las Jornadas de Solares, que se celebrarán los próximo 30 de noviembre y 1 de diciembre.
Escuchar a nuestros clientes, a nuestros proveedores, a nuestras parejas… Muchos pecamos del ya conocido «ya sé». Cuidado, no acabemos como el asno del cura, que de tanto saber comer murió de hambre. Quizá la mejor inversión para combatir la crisis sea el alquiler del conocimiento. Es decir, ser humildes y reconocer que no lo podemos hacer todo.
Sepamos escuchar, sepamos aprender.
Bernat Jofre i Bonet, hotel Son Esteve