Un hotel falso para un desierto verdadero

Ayer asistí a una puesta de sol espectacular en el desierto de Atacama. Mediadas las cinco de la tarde, ascendí a la Gran Duna con la emoción incontenida de estar contemplando un verdadero crepúsculo de sed sobre los pináculos que configuran el Valle de la Luna. Un ilusorio rayo verde transformó la cordillera andina en una llamarada infernal, mientras el salar de Atacama se teñía de malva y el volcán Licancabur (5.800 m) proyectaba su espectro cónico sobre el oasis perezoso de San Pedro de Atacama. Duró un mínimo instante, un fogonazo, un resplandor de sal. Viento, fuego, polvo… y bullicio humano.

La noche anterior habíamos conversado David Barrera y yo acerca de esta maldición: ya no quedan paraísos para la exploración personal. El propietario del hotel Terrantai, en San Pedro de Atacama, es defensor acérrimo del territorio, del concepto de auténtico, de los valores naturales, del indigenismo local. Y le duele que su país lo desvirtúe el turismo, pese a que él mismo hace industria de él con su emprendimiento hotelero, diseñado por el arquitecto Matías Klotz. Entre platos de arroz arvejado y lomo a lo pobre, sazonados con sal del lugar y vino carmenere Casillero del Diablo, discutimos acerca de la ética de lo auténtico y sus consecuencias en el desarrollo turístico actual. La puesta de sol en el Valle de la Luna fue auténtica. La percepción del color, el viento, la sal y la quemazón vespertina fue auténtica. El interés de los asistentes al espectáculo, más de un millar de almas, fue auténtico. ¿Y qué si la autenticidad del momento nos brindó a todos una fotografía auténtica, pero no una elevación artificial de nuestra propia espiritualidad?

Se lo advertí a mi interlocutor la noche anterior. La amenaza contra el territorio no es el cambio climático, ni la globalización, ni el desarrollo turístico, ni siquiera la ética de lo auténtico o la inmoralidad de lo artificial. La verdadera amenaza es la explosión demográfica de nuestro planeta. Somos tantos que cualquier acto humano se convierte en un riesgo para los futuros habitantes de nuestro mundo. Cada exhalación constituye un foco de contaminación. Cada idea, un propósito artificial. Cada actuación, una maldad para lo natural en nuestro entorno.

Y, claro, con tanta gente, ¿cómo podemos dar valor de auténtico a una puesta de sol en Atacama? Porque, más allá del valor físico de la rotación terrestre, lo que de verdad tiene valor en un espectáculo crepuscular es nuestra propia capacidad de ensalmo, de elevación espiritual. Es la poesía de la tierra lo que nos conmueve. Es la belleza de la tierra lo que nos invita a subir la última duna. Es la soledad del hombre lo que le otorga su dimensión trascendental. Es la emoción del paisaje, la pasión de los sentidos, la locura de la razón…

Construyamos un millón de falsos Altamiras para que Atacama pueda seguir habitándose en soledad.

Fernando Gallardo (@fgallardo)

4 Responses to “Un hotel falso para un desierto verdadero”

  1. Entiendo el espíritu del artículo, tan sólo comparable al viajero que visita Florencia en verano y se ve presa de larguísimas colas para poder apreciar la belleza de Buonarrotti o Da Vinci. En cambio, el ya avezado esperará a noviembre para visitar la capital toscana y no tener que esperar más que unos minutos para maravillarse ante el arte y la sensibilidad renacentistas. No se puede tener todo, señor Gallardo: negar esa evidencia es caer en un cierto elitismo. Sé que no era su voluntad caer en eso, pero la era de Internet y la globalización,- la era de Facebook en definitiva – nos ha conllevado a la masificación de lo que antes era para disfrute y deleite de unos pocos. O lo aceptamos, o esperamos a noviembre. Yo hago las dos cosas.
    Hace sol y calor en la isla…..

  2. Yo me quedo con la última parte del mensaje de Bernat, afortunadamente gracias a esta aldea global que entre todos hemos conseguido hay espacios, momentos, percepciones que hasta ahora eran para disfrute y deleite de unos pocos. Como cántabro siento tener que conformarme con la réplica de la neocueva porque he llegado tarde a la original, sin embargo me molesta mucho como siempre algún privilegiado consigue acceder a ese espacio inquietante y sobrecogedor lo que ha propiciado que mi razonamiento ahora sea otro bien diferente: cuando disfruto de algo exclusivo como Gallardo no puedo dejar de pensar en las personas que no van a poder tener la misma oportunidad que tengo yo. A esto yo le llamo pensar en uno mismo sin dejar de pensar en los demás. Qué tristeza estar contemplando el impresionante desierto de Atacama sin poder compartirlo con la persona que tenemos al lado. Realmente conoceríamos todo lo que hoy podemos permitirnos conocer si sólo pudieran acceder a ello unos pocos elegidos?. Me temo que el concepto que tendríamos de todos esos espacios únicos e irrepetibles sería el de una réplica, para eso me voy a Las Vegas y me doy una vuelta por el mundo.

  3. Rafael Moreno dice:

    Acabamos de celebrar que hace 40 años, solo 11 (ó 18?) hombres han puesto el pie en la Luna y han disfrutado de ver la Tierra como nosotros vemos la Luna desde nuestra superficie. Ya conocemos la famosa frase » un pequeño paso para el hombre y un gran paso para la Humanidad».
    Las maravillas, antes lejanas y escondidas se van haciendo cercanas fisicamente y son invitadas y animadas a asomarse a las redes sociales…además somos cada vez mas gente por km.
    Pero queda tanto por descubrir…y para tanta gente…. ese si que es un paso, o muchos pasos que le queda al hombre para hacer el camino de la Humanidad. El primero es ser consciente de lo que tenemos vale mucho y hay que cuidarlo…. si no , en poco tiempo no tendremos nada que merezca la pena ser visto.
    Estoy en Francia y por radio hay una campaña de verano a nivel nacional, donde una cadena de gran distribución muy conocida invita a los ciudadanos a limpiar «Francia», sus ríos, campos, carreteras.. en varios domingos liderará patrullas de ciudadanos voluntarios a los que proveerá de cierto material de limpieza y de consginas. Al mismo tiempo los ciudadanos alpinos van a limpiar el Montblanc de los desperdicios dejados durante años por los escaladores. Baste estos dos ejemplos para ver que el primer pais del planeta en número de visitantes año es consciente de que su destino turistico esta sucio y que hay que recuperarlo.. Y eso que se ve «maravilloso» en las pantallas del Tour de Francia….
    En Arte TV, he visto un reportaje de Maldivas donde las islas se reparten en las bonitas de tarjeta postal con bungalows de ensueño y las sucias que sirven para quemar los residuos y la porqueria que generan las primeras.
    Aconsejo a todos a ver el film HOME de Luc Besson
    http://ihatetosaybutitoldyouso.blogspot.com/2009/06/home-una-pelicula-sobre-el-medio.html
    que ha sido difundido recientemente en cientos de paises gratuitamente en TV.
    En las medidas del Gobierno español no hay de momento (los más de 1000 millones de € de ayer en el consejo de Palma), nada para poder limpiar y/o educar a nuestra gente y a nuestros gobiernos regionales, provinciales y locales , para preservar nuestros encantos naturales en estado de ser visitados por muchas generaciones. Si no lo conseguimos, haya crisis o no, los turistas que se quedarán en España no serán los que necsitamos, si no los que nos merecemos.
    Una vez el patio limpio, empecemos a saber compartir con el máximo número de visitantes, las bellezas de sitios y momentos de nuestra casa : La Tierra.
    La labor de busqueda de sitios y emociones «especiales» , será una labor de artesanos profesionales que hagan llegar a unos pocos , los que lo sepan apreciar, y ese trabajo acaba de empezar….
    Afortunados los protagonistas.

  4. Existe un lugar que jamás se encuentra a no ser en forma de espejismo. Un lugar que rechaza al viajero con ojos de edificio y con sortijas de cemento. No es fácil hallarlo. Está oculto en una travesía de una aldea que ha ido modernizándose con el regusto amargo del dinero sin estética posible, aunque aún, aquí y allá, se levanta la auténtica arquitectura de la zona, el cortijo abandonado o restaurado que se funde con la tierra como si fuera una parte mas de la vegetación. Son pruebas que debe soportar el buscador de sensaciones. Llegados a este punto es necesario atravesar una última frontera. Un camino extraño que nos conduce al centro mismo de un arrecife. Subirlo y contemplar la enigmática hondanada que vigilan los restos de coral es algo así como introducirse en los famosos misterios eleusinos. La vida brota, el enigma nos abraza, la geografía se deshace, el silencio nos canta, la soledad nos acompaña, el viento nos masajea, la luz nos dibuja, los colores se reinventan, el mar invisible se presenta en forma de bruma, las aves emiten sus telégrafos, el esparto azota al mediodía, el esqueleto del agua protege a los fósiles, las cuevas son ríos subterráneos, las piedras baúles sonoros de los principios…Tal vez me esté equivocando y este lugar no exista. Tal vez sea el no-lugar. O tal vez me haya instalado ya de forma permanente en el espejismo.


    Publicado por jorge cabezas para JORGE CABEZAS ESPEJISMOS el 7/27/2009 02:29:00 AM

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