Un nuevo reportaje sobre La Ruina Habitada se acaba de publicar en la revista CoolBoom. Mucho ha llovido desde que el arquitecto Jesús Castillo Oli y un servidor iniciamos el proceso de discusión, aprendizaje e innovación que nos ha conducido hasta este artículo en inglés, en el que se destacan las cualidades sensoriales de un experimento así. Mucho tiempo y, sin embargo, un suspiro para todo lo que nos proponemos en adelante con la Arquitectura de los Sentidos aplicada a los hoteles. Algunos de ellos se encuentran en obras, con la vista puesta en la próxima década, donde la personalidad será el factor crítico de la competividad y donde la conceptualización del espacio diferenciará unos hoteles de otros. A sabiendas, además, de que los renuentes a este mensaje andarán atribulados por su obsolescencia, del mismo modo que hoy está cuestionado el modelo vertical de los hoteles de costa en España.
Si alguna conclusión hemos extraído de la experiencia arquitectónica de La Ruina Habitada y la posterior germinación de este Foro, como consecuencia de la reflexión sobre la teoría de la ruina y el no-hotel, es que en el mundo actual no basta con hacer bien las cosas hoy. Es preciso, sobre todo, anticipar cómo las vamos a hacer así de bien mañana. Lo rubrica el lema capitular del clúster de innovación que estamos a punto de crear: «No esperemos obtener año tras año los mismos resultados haciendo lo mismo». Este aserto, en palabras de Albert Einstein, nos advierte de lo relativo que es todo en esta vida. O, lo que es igual, aquello que hoy sirve mañana no servirá.
Fernando Gallardo