Recomiendo entrar en la página Facebook del hotel Villamarina Club. A quienes piensen que me he vuelto loco por recomendar un establecimiento tan alejado de la arquitectura de los sentidos he de explicar que mi sugerencia se refiere exclusivamente al tratamiento de la información que este establecimiento propone en Internet. De su orden arquitectónico o diseño de interiores podemos hablar otro día, y seguramente el juicio crítico sería menos complaciente.
Por eso ¡nvito a los foristas de La Ruina Habitada que solapen sus prejuicios con un análisis pormenorizado de la página empresarial que el hotel acaba de colgar en Facebook. Es un modelo de información, ordenada, clara y útil. Pero es que, además, se me ha revelado como un modelo de utilización de las posibilidades Facebook. O lo que es lo mismo, de captar la idiosincrasia de su clientela a través de las herramientas 2.0 que hoy regala Internet.
Veamos. La página en cuestión está encabezada con las lógicas referencias institucionales, direcciones, instalaciones y servicios…, de igual modo a como otros hoteles lo han hecho en sus páginas Facebook. A continuación aparece el Muro, que es ese tablón de anuncios donde todo el mundo opina y se establece el debate pertinente en torno al hotel. Un debate que se sigue bajo los epígrafes que el propio establecimiento desea suscitar. La página se cierra con un epígrafe en el que se abren las puertas de la crítica, un detalle de riesgo que solo los hoteleros valientes y confiados en lo que tienen se atreven a afrontar. Y de qué manera…, con su clasificación por estrellas y todo. No las estrellas que otorga la Administración, sino las de los clientes, que son quienes posibilitan el negocio.
En la columna derecha, además de los ingredientes Facebook y amigos y de fans del hotel, Villamarina Club incluye la fuente de opiniones de Tripadvisor. Hay que recordar que, más que un hotel al uso, el establecimiento opera como un club de vacaciones para la clientela fundamentalmente británica. Y ahí sí que Tripadvisor ofrece un mayor calado. Bajo estas opiniones, el hotel cala una zona de videos para los divertimentos y eventos que en él se celebran. Notas y eventos resueltos como complementos a pie seguido. El hotel publica a la luz de la calle su programa de actividades y animación.
La columna incluye asimismo un recuadro para el seguimiento de las novedades (RSS) y de lectura de los blogs dedicados a él. También, un cuadro de resultados a las encuestas que desea afrontar para el mejor conocimiento del comportamiento de sus clientes. Y lo finaliza con una llamada a Delicious, que es un conocido referente de marcadores personales. En este caso, orientado a todos los servicios que el lugar (Salou) ofrece a sus clientes, en sustitución de ese listín telefónico de servicios locales que la mayoría de hoteles incluyen todavía en los tapetes de sus habitaciones.
Sin duda, el Villamarina Club es un hotel mejor preparado que los demás para afrontar la crisis.
Fernando Gallardo