Nuestro tío en América

De vuelta a la península Ibérica confieso que este viaje a Chile ha sido más productivo de lo que esperaba. El Cono Sur americano está ahí, como diciendo: ¡descúbreme! Ya lo vi el año pasado en mi largo periplo por Chile y Argentina. Están surgiendo con mucho brío los hoteles con encanto. Argentina cuenta ya con una red estructurada de haciendas en los confines de lo imaginable, pues allí estos hotelitos no tienen problemas con el vecindario. Figuran insertos en heredades de cientos, miles de hectáreas. Y te lo cuentan como si fuera lo natural. Y los visitas como si visitaras otro planeta. Qué diferentes son las cosas en España donde, si un hotelito triunfa, el vecino se coloca a diez metros de distancia… Allí lo remoto es un inconveniente, piensan.

En Chile, los hoteles con encanto están por nacer. Ya los hay, pero aún no constituyen un fenómeno. Salvo en valparaíso, donde nadie concibe ahora otro tipo de hoteles para disfrutar de la ciudad de los 42 cerros. Es lo que siempre he dicho: lo primero es asentar un modelo, que luego ya todo siguen con él. Si en la costa española el modelo hubiera sido el de los hoteles con fundamento, si allí se hubiera propuesto un modelo de Arquitectura de los Sentidos, no habrían medrado los Algarrobicos… Se nos ha pasado el arroz. Ya nada se puede hacer, y no es cuestión de estar recomendando al personal que se emplee con la goma dos.

Los mejores hoteles del mundo están en Asia, pero si alguien está dispuesto a emprender una ruta de hotelitos con encanto debe viajar al Cono Sur americano. Volveremos pronto con la idea de participar en unas nuevas jornadas, que es la manera más poética de cimentar este modelo y evitar las desviaciones lógicas de quien ambiciona un patrimonio rápido con la explotación del ladrillo. Estos días me han llegado a ofrecer 100 hectáreas de paraíso por tan sólo 75.000 euros. ¿Alguien da más? Creo que es para tomarlo en consideración. Volveremos en breve, sí. Tengo un viaje pendiente al valle de Colchagua, que puede ser el embrión del enoturismo en Chile. Enormes extensiones de viñedos y una bodega-hotel en el medio. Viña Casa Silva, el último en aparecer.

Durante mi estancia en la capital chilena cené en el novísimo restaurante Viña Torres, que la empresa catalana ha abierto para la promoción de sus vinos, unos de los más solicitados en aquel país. Catamos algunos de sus producciones más interesantes. A mi juicio, más redondas que las del Penedès. Y muy especialmente las de la variedad Carmenère, una uva francesa similar a la Cabernet-Sauvignon que se ha adaptado muy bien al clima americano y desapareció el siglo pasado en su país de origen, ahora reimplantada en Burdeos gracias a haber sobrevivido en Chile. Lo cuento porque la industria del vino en el Cono Sur es muy seria y está desplazando a otras denominaciones del Nuevo Mundo (Australia, Nueva Zelanda, Suráfrica…), por lo que si algún inversor español está interesado en el enoturismo que se apunte a nuestro próximo viaje iniciático.

Si Isak Dinesen viviera reescribiría su best-seller con este introito: «Yo tenía una granja en América…» El Cono Sur se va a poner de moda. Incluso pasa por mi cabeza adquirir un apartamento en el centro de Santiago para proyectar, desde allí, una extensión de Notodohoteles.com a toda América Latina. El chollo de una lengua común invita a hacerlo desde la misma perspectiva y sin coste extra de traducciones. Con crecimientos del 10% este subcontinente alumbra sin alharacas un nuevo milagro económico, y no dudo que los devaneos imperialistas de Chavez y compañía se desvanecerán ante la evidencia de que el bienestar de las clases medias se logra antes por la vía de la apertura de mercados que por la sovietización de la economía. Lo único que se necesita para el desarrollo es seguridad jurídica y estabilidad política. Ambos factores están plenamente garantizados en Chile, un país que, como España, está gobernado por el socialismo moderno.

Mi aterrizaje de vuelta me ha sumergido sin quererlo en el pesimismo que empieza a cundir por aquí. Pero me niego a sustraerme a la realidad contraria, que en los lugares en los que acabo de estar ya se han instalado nuestras compañías bandera (bancos, energía, comunicaciones) y ahora empiezan a asomar las pymes a la sombra de ese gran árbol que son las multinacionales. Chile se gobierna en un prudente optimismo y el turismo ya se ha convertido en un sector estratégico para las empresas españolas. Valparaíso y su puerto de cruceros… El místico desierto de Atacama… La mítica isla de Pascua… La dulce región de los Grandes lagos y los volcanes… O los confines helados de la Patagonia y la Antártida…

¿A qué estamos esperando para acordarnos de que tenemos un tío en América?

Fernando Gallardo

14 Responses to “Nuestro tío en América”

  1. Estimado Fernando, bienvenido al país de las tinieblas, o eso parece…. No, ahora escribiendo ya más en serio, quería – puede que ese sea un deseo de bastantes – preguntarte una cosa: si los precios del suelo son los que dices, evidentemente montar un hotel parece obvio que es mucho más barato que en España y no digamos que en Mallorca, y perdonen los colegas el localismo…. Ahora bien, la pregunta subyacente es casi obligatoria : ¿cuáles son los precios tipo de un hotel en Santiago, Atacama o Valparaíso? No el precio de los hoteles en sí, sino de las habitaciones donde te has aposentado. Bueno, y si sabes precios de hoteles enteros o lo que cuestan hacerlos, pues también. Lo pregunto con la convicción de que los precios deben ser bastante diferentes a los europeos occidentales. Quiero suponer, vaya.

  2. Es una pregunta lógica, Bernat. La verdad es que no puedo comprometerme a dar cifras concretas, pues esto sería objeto de un análisis más en profundidad a efectuar por una consultora especializada. Sé que los de Experiencia Austral están realizando algunos estudios de viabilidad (factibilidad, se dice en Chile) con cargo a los presupuestos del consorcio Eurochile y con fondos estructurales Corfo. Les he pedido datos más concretos y una propuesta de inversión hotelera para españoles, ya que algunos hoteleros me han comunicado su disposición a invertir en hotelería pequeña y de mediano tamaño en el país andino.
    Por avanzar algunos datos, en Valparaíso existen propiedades a la venta para ser adaptadas como hoteles con encanto de 15 habitaciones por unos 150.000/250.000 euros. La construcción mantiene unos precios muy por debajo de lo habitual en España. Lo cual significa un costo suplementario de rehabilitación de unos 500.000/750.000 euros.
    Un hotel con encanto de cierto lujo en Valparaíso puede suponer una inversión de un millón de euros. Si el programa de rehabilitación se adaptara a la filosofía de la Arquitectura de los Sentidos recibiría una subvención a fondo perdido de la Corfo de hasta el 50 por ciento. La ocupación media está aumentando vertiginosamente a causa de la señalización de Valparaíso como objetivo estratégico del turismo chileno, apoyado por la llegada masiva de cruceros canadienses y norteamericanos a lo largo de la costa del Pacífico. En un sondeo a vuela pluma, los propietarios de ciertos hoteles me han soplado cifras de ocupación en torno al 65 por ciento anual.
    Un hotel con encanto tipo bien podría ser Casa Higueras. En su web, los precios de referencia por una habitación doble estándar oscilan entre 203 y 248 dólares. La suite, entre 315 y 383 dólares. Digamos que el precio medio por habitación es de 160 euros.
    Ahora que cada cual haga cábalas sobre el interés de realizar una inversión neta de 500.000 euros para una facturación anual de 570.000 euros.
    Pero, ya lo he dicho, no son más que estimaciones mías efectuadas a vuela pluma. Espero que los expertos de Experiencia Austral, apuntados a este foro, puedan suministrarnos más datos y más precisos al respecto.&

  3. Yo recojo el guante que lanzaba Jesús en su comentarios sobre el diseño, y ahora Fernando, con el Tío de América, nos reta a hacer algo allí, en Chile.
    Desde aquí propongo formar un pequeño grupo de inversores para realizar un proyecto de Hotel de los Sentidos. Solamente pongo dos condiciones: Jesús Castillo como arquitecto y Fernando Gallardo implicado en la asesoría.
    Todo aquel que esté interesado en hablar de este proyecto que se ponga en contacto conmigo, por medio de este foro. Y si existe interés, también propongo que todo comience en La Ruina Habitada, con permiso de Fernando Gallardo.

  4. Es decir, si no he entendido mal, los costes son mucho menores y las facturaciones son más o menos iguales – luego ya veríamos los porcentajes en ocupación anuales, etcétera – que en España. Si no he entendido mal. Evidentemente 500.000€ de inversión para facturar 570.000€ anuales son una muy buena inversión, claro que sí. Si las cifras son correctas, evidentemente. Pues da para pensar, sí señor. Sería una buena cosa pedir a los chicos de Experiencia Austral que escribieran algo sobre el tema. Si quisieran, vaya.

  5. Veo que en el momento que nos ponemos a hablar de dinero, cual si de El Dorado se tratara se nos empiezan a alegrar los ojillos. Yo propongo comprarnos entre todos esas 100 hectáreas de paraiso y construir no un Hotel sino una Casa de los Sentidos para que podamos ir de vacaciones cuando nos apetezca y de paso estoy seguro que le daremos un poco de envidia a Fernando aunque por supuesto tanto él como Jesús iban a poder visitarnos y compartir con nosotros mesa y mantel cuando quisieran. Que conste. Aunque no se nos olvide que el éxito es igual que una fiesta de cumpleaños, todo depende de cómo repartamos el pastel.

  6. Me gusta la idea. Yo por el momento me apunto aunque sea a soñar que lo hacemos realidad. Así es como surgen muchas veces los proyectos más interesantes. Contar conmigo pues.

  7. Una casa sensorial….brillante, sí señor. No obstante, y comentada la idea con mi mujer – chilena de adopción, por eso el comentario: le brillaron los ojos – surgen temas de índole práctico que tan sólo una mujer aporta al debate. Y son éstos:
    a/ quien se hace cargo de la limpieza cuando ninguno de nosotros no estuviera.
    b/ las llaves, que no es tema baladí, quien las tendría.
    c/ en el caso de un posadero que nos solucionara ambos problemas – cosa lógica, por otro lado – el pago sería estrictamente común, no por las temporadas que el personal pasara o no en la Casa, en mayúsculas.
    d/¿ Casa de campo – eso quiere decir finca, en Chile las urbanizaciones al estilo europeo no existen o son muy elitistas -, ciudad o playa?
    e/ Si es finca, ¿en el nórdico desierto o en los fértiles valles del Sur?
    Y la última y más acertada a mi entender:
    f/ El repartimiento del tiempo…¿ cómo se haría ?
    Llegados a este punto se propone desde Son Esteve lo siguiente ( fue un pequeño brainstorming divertido, pero valió la pena):
    a/ Una finca agrícola para sacar algo de provecho al capricho ( hagamos un vino sensorial, claro que sí)
    b/ las habitaciones,más de una y tipo Fernando. Grandes y espaciosas. así podríamos simultanear estancias.
    c/ Evidentemente, un posadero y su familia: las vacaciones son para disfrutar, no para fregar suelos. Los posaderos, indígenas ( es conocer otro mundo dentro de otro mundo, palabras textuales de mi señora esposa).
    d/ El agua, abundante. Básico. Construyamos algo con agua: baños privados, piletas en el jardín… Y que pueda funcionar la lavadora, cosa fundamental.
    e/ Y, ya para acabar – hubo más, pero fue muy largo y no valdría la pena abusar de la paciencia ajena – la electricidad y agua corriente, por energías renovables: el capricho no debería salirnos por un ojo de la cara en materia de recibos mensuales por algo que – como mucho – ocuparíamos un mes al año. Y aún.
    Bueno, lo dicho, hubo más. Y es que la idea gustó. Eso sí, con agua, mucha agua. Tema importante en un país no árido pero sí bastante seco.

  8. Bueno, bueno, Bernat, cómo has recogido el guante; cómo se nota el empuje de tu chilena. Imaginar por un instante algo así como la Embajada de los Sentidos de España en Chile. Qué os parece? Todo lo demás tiene solución y sencilla. Querer es poder, amigos míos. Os digo más para que lo vayais pensando: «Cuidado con lo que deseas, porque se podría cumplir». Y no olvidéis que «Deseos y amores poseen futuros inciertos: uno nunca sabe cuando se cumplen sino hasta tenerlos».
    Y si conseguimos hacer buen vino ya ni os cuento. Lo de la distribución de la casa se lo dejamos a Jesús y a Fernando. Nosotros con el tema de la logística tenemos bastante, que si no se nos pueden enfadar. Soñar no cuesta nada, a que no?

  9. Tengo la impresión de que el guante de Paco S. Rico no ha sido lanzado en esa dirección. Un proyecto en Chile no tiene por qué ser un divertimento personal, sino un verdadero experimento empresarial. No creo que la mejor idea de explorar la Arquitectura de los Sentidos en un inicio sea la de una casa de campo.

    En primer lugar, porque Chile no es España y aún no tiene desarrollado suficientemente un turismo nacional de interior que dé viabilidad a una inversión económica de carácter reducido. Si alguien pretende atraer viajeros hacia zonas de interior con un hotel de cientos de hectáreas debe procurarse también el traslado de la clientela desde el aeropuerto hasta un remoto lugar, y eso tiene su coste inicial.

    En segundo lugar, el precio de la mano de obra en Chile permite el desarrollo de un proyecto de hotel inasumible en España. Ni llaves, ni lavadora, ni casa rural de alquiler completo. Hoteles remotos hay ya unos cuantos en Chile, y todos funcionan con excepcionales resultados: los Explora, Tierra Atacama, Remota, Índigo, etc.

    En mi opinión, la propuesta de Paco se canaliza mejor, de una manera más realista, en una ciudad como Valparaíso llamada a convertir en la Barcelona chilena. Una capital del diseño, la cultura, la gastronomía y la diversión en la calle. Una ciudad que aspira a renovar su fachada marítima. Allí es factible hoy adquirir una ruina de coste asequible en España y construir un Hotel de los Sentidos a un precio por metro cuadrado que apenas daría para un adosado en el extrarradio de Madrid.

    Por supuesto, el hotel sería explotado por una pyme local de las varias que se están creando ad hoc en esta ciudad del Pacífico y que la consultora Experiencia Austral controla de algún modo (ansiosos esperamos todos su aparición en este foro). De hecho, durante las jornadas de Valparaíso entramos en contacto con algunos hoteleros interesados en extender su equipo humano a otro establecimiento cercano.

    Si mal no he entendido, la hipótesis realista de trabajo sería constituir un fondo de inversión de aproximadamente medio millón de euros para la construcción y puesta en marcha de un hotel experimental con todas las de la ley, amortizable en cuatro o cinco años, y que fuera gestionado por una empresa local comprometida desde el inicio con el proyecto. El fondo de inversión debería estar formado por un pequeño grupo de accionistas con aportaciones fragmentadas en las cantidades que se determinaran. Por ejemplo, 50.000 o 100.000 cada uno.

    Con este experimento insólito, el impacto mediático en Chile sería evidente y, a la larga, rentable.

  10. Mi mujer es mallorquina por los 4 costados lo que pasa es que durante mucho tiempo estuvo en Chile y Bolivia de cooperante. Y quiere ese país suramericano por encima de bastantes cosas. Si somos unos 10 inversores, a 10-15.000€ por barba me salen 100-150.000€ en total. Hombre, no es por nada, pero en Mallorca por ese dinero te venden un piso de 50m2 en el barrio chino y sin ascensor. En Chile, una finca de 100has y aún sobra dinero para reformar el inmueble y convertirlo en la Casa de los Sentidos. No hay color.

  11. Creo que no sólo tendría impacto mediático en Chile, sino también en España «Hoteleros de sueños, cruzan el Océano para emprender un proyecto sensorial común». Creo que suena muy bien. Por otra parte veo que se están haciendo dos planteamientos diferentes. Por una parte Bernat habla de algo privado, para nuestro propio disfrute y por otra Paco plantea un proyecto empresarial común. Entiendo que viviendo a tantos Km, tiene mucho más sentido hablar de montar algo que, además de producirnos satisfacción personal, nos resulte fácil de gestionar y económicamente rentable. Sería fantástico pensar que vamos a ir allí todas las vacaciones, todos los años etc… pero sabemos que no va a ser así. Creo que tiene mucho más sentido saber que podemos hacer algo interesante con la ayuda de nuestros expertos locales en la arquitectura de los sentidos y de los gestores chilenos. Cada vez que uno de nosotros fuéramos para allá, visitaríamos «nuestra casa» como un cliente más que se quiere dar un homenaje. Ahora sería interesante que, si es posible, nos viéramos las caras y reflexionáramos un poco apoyándonos en la experiencia que han vivido Jesús y Fernando en tierras Chilenas. Mi casa es pequeña (sólo tengo 7 habitaciones), pero la ofrezco como primer punto de encuentro.
    Se me olvidaba comentaros que mi cuñado vive en Chile y gestiona un fondo inmobiliario. ¡¡Podría ayudarnos en nuestra búsqueda!!

  12. Veo que hay mimbres suficientes para una empresa de magnitud…y que por lo visto ganas no faltan. La figura del condominio podría ser una alternativa válida para lo que se propone. Un suites español en medio del Valparaíso o Viña del Mar, que también es una zona potente. Puede que más estacional, pero muy bien situada, en la misma región de Santiago. La Centro, vaya. Y que cada uno hiciera con la utilización de sus suites lo que quisiera, si las explotara los 365 días del año o si se reservara una unos días para sí. Es otra posibilidad que se puede poner encima la mesa. Eso sí, unas suites potentes, se trata de dar ejemplo . Es posible que en febrero vayamos a Chile. Tan sólo es una posibilidad. Si alguien se quiere apuntar, entonces nos acabaremos de animar. Un abrazo.

  13. Me gustaría que Fernando y Jesús nos informasen, aunque sea someramente, cómo está en Chile la legislación sobre Turismo y Hostelería, así como la relación que tiene con urbanismo, medio ambiente, etc. Puede ser que este Foro no sea el mejor lugar para hacerlo, por lo que propongo se haga una reunión monográfica sobre legislación y normativas para poder hacer instalaciones en países susceptibles de inversiones en hostelería, para los interesados en el tema y posibles inversores. Y, aunque sea un abuso, lo lógico es que fuese en la Ruina. Si no, podría valer cualquier otro hotel interesado, incluido el mío.

  14. Dentro de 10 días tengo previsto un nuevo viaje a Chile para tomar el pulso a la situación e informarme de la legislación vigente en este país en materia turística y hotelera. Así mismo entraré en contacto con los organismos responsables y las personas adecuadas para poner en marcha una iniciativa así de ilusionante. En cuanto tenga datos concretos los iré desmenuzando en un aparte de este Foro y, si es preciso, con mucho gusto convocaré una reunión ad hoc en La Ruina Habitada. Me parece que se puede andar el camino con mucha garantía de éxito.

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