La semana pasada tuve la suerte de ser llamado a pronunciar una conferencia en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. En mi exposición, aunque no lo creáis, fui breve y muy explícito. Simplemente expresé que cuando se tiene un hotel único, distinto a todos, oferente de sentidos y emociones, cuando el hotel en sí mismo constituye una experiencia, no hay competencia que valga. La originalidad impide toda elección. Resuelve la duda. El hotel se erige en destino turístico en sí mismo. Acompañé mi diatriba de un buen argumentario fotográfico y demostré a los asistentes cómo un hotel como Les Cols, por ejemplo, atraía la curiosidad de los viajeros. Desde arquitectos y diseñadores venidos de todas partes del globo hasta los propios hoteleros, interesados en cómo se vive la experiencia de ser distinto. De ser uno mismo. Un día que tenga tiempo incluiré en este foro el pase de imágenes en Power Point que acompañó mi argumentación. Creo que los responsables de Paradores de Turismo allí presentes, desde su presidente, Miguel Martínez, hasta su director general operativo, David Massip, quedaron muy convencidos de lo que decía. Nuestros paradores siempre han sido un destino único. Fernando Gallardo